Una veintena de municipios de la Safor han ratificado en las últimas semanas, vía decreto de alcaldía o por acuerdo de pleno, su adhesión al convenio mediante el que tres mancomunidades, la de esta comarca más las de la Ribera Alta y la Baixa, se unirían en un proyecto conjunto para gestionar la recogida, cuidado y adopción de animales abandonados en un territorio que suma alrededor de 400.00 habitantes. También la Ribera más de treinta municipios han dado su visto bueno al plan.
Pero, en el caso de la Safor, todo va a quedar pendiente de la decisión que adopten las dos ciudades más importantes, Gandia y Oliva, que suman cerca de cien mil habitantes y que aportarían alrededor de doscientos mil euros al año para financiar este servicio. Sin ese dinero, la Safor no podría entrar en el proyecto, de manera que, para saber si sale adelante, habrá que esperar a que los respectivos gobiernos locales se decidan.
Tanto la concejala de Sanidad de Gandia, Liduvina Gil, como la de Bienestar Animal de Oliva, Anna Mena, señalaron ayer a este periódico que pedirán cambios en el modelo propuesto antes de incorporarse a ese convenio que, como en su día publicó este periódico, contempla la construcción de dos núcleos zoológicos para los animales recogidos. Uno estaría en l’Alcúdia y el otro en Tavernes de la Valldigna.
En primer lugar, Gandia y Oliva argumentan que tienen acuerdos o contratos en vigor con dos asociaciones protectoras de animales que ejercen esa función y, según Gil y Mena, en ambos casos de forma satisfactoria porque se garantizan el máximo número de adopciones de los animales que no encuentran quien les quiera en esta zona, incluso trasladándolos fuera de España. Ni en las instalaciones de Gandia ni en las de Oliva se produce ningún sacrificio, salvo cuando así se recomiende por parte de los veterinarios.
Los representantes de las dos ciudades de la Safor también coinciden en que es necesario ampliar el abanico de especies animales que deberían poder acogerse en los albergues que se construirían porque, como las dos concejalas señalan, no son extraños los casos de tener que hacerse cargo de caballos, aves, e incluso anfibios, que se encuentran en viviendas o en la vía pública. Igualmente se considera fundamental que se tengan en cuenta los planes de control de las colonias felinas que, desde hace años, mantienen esos dos ayuntamientos.
Núcleo zoológico en Gandia
Pero es que, además, Gandia aprecia que las instalaciones proyectadas en Tavernes, con capacidad para 200 animales, nacerían pequeñas, y para ello la concejala Gil recuerda que, solo en Gandia, a veces el número de perros en custodia supera esa cifra. La ciudad, concluye la responsable de Sanidad, tampoco quiere renunciar a disponer del núcleo zoológico en su término porque este es el municipio con mayor población del territorio que integran las tres comarcas y considera que, si es posible, el ayuntamiento debe evitar el desplazamiento de sus ciudadanos hasta Tavernes de la Valldigna cuando tengan que recoger un animal abandonado.
En cualquier caso, los gobiernos locales de Gandia y Oliva no rechazan de plano el posible acuerdo de las mancomunidades de la Safor, la Ribera Alta y la Ribera Baixa para ofrecer conjuntamente ese servicio, pero sí anuncian que pedirán cambios en el diseño de la gestión para que se tengan en cuenta sus consideraciones.
