Caer enfermo o sufrir un accidente que requiera atención hospitalaria en este momento se ha convertido en un auténtico problema porque, en las circunstancias que marca la pandemia del covid-19, lo más probable es que se tenga que esperar más de lo debido. Como todo el mundo sabe, los hospitales, incluido el Francesc de Borja de Gandia, están saturados de trabajo. En estos momentos un centenar de personas, de las cuales una veintena de ellas en las salas UCI, están ingresadas por culpa del virus.

Por ese motivo la dirección del Departamento de Salud de Gandia ha hecho un llamamiento, ampliamente difundido por la mayoría de los ayuntamientos de la Safor, solicitando a los ciudadanos que, si no es estrictamente necesario, se abstengan de ir al hospital.

De la misma manera, se informa que no están permitidos los acompañantes, y las visitas al área de Consultas Externas únicamente se realizan si hay cita previa y cuando los facultativos no se hayan visto en la obligación de suspenderla, para lo cual se informa previamente al paciente.

Ante esta tercera oleada de la covid-19, que está arrojando los peores datos desde que se inició la pandemia, la Conselleria de Sanidad decidió aplazar operaciones quirúrgicas no urgentes, además de pruebas diagnósticas, excepto las de cáncer de mama y colon, lo que afecta a la mayoría de los centros hospitalarios de la Comunitat Valenciana.

Villalonga también pide no salir

La situación en la comarca es tan grave que, como informó ayer este periódico, dos ayuntamientos, Oliva y Bellreguard, han pedido a sus vecinos que se «autoconfinen» en casa y salgan solo para lo que resulte imprescindible. Ahora a esta misma petición se ha sumado el Ayuntamiento de Villalonga, un municipio que ha registrado un considerable incremento de casos de coronavirus en la localidad. Según los últimos datos de Sanidad, en Villalonga desde el inicio de la pandemia hay 87 contagiados, de los cuales 10 en los últimos 14 días. Así, la llamada a quedarse en casa se extiende como una recomendación, y en algunos casos una súplica, como forma de detener la propagación de la pandemia.

El colegio de Barx ha plantado cara a las bajas temperaturas con una original iniciativa que pasa por repartir zumo de naranjas entre los escolares. Pero no de naranjas cualquiera, sino «de la Valldigna», como apuntó ayer el ayuntamiento. De esta forma, la comunidad educativa pretende que los escolares «estén sanos y llenos de las vitaminas que aportan las naranjas de la zona».

Se trata de una iniciativa del profesorado y de la asociación de madres y padres que pretende «fomentar una alimentación saludable y, a la vez, reforzar la salud de los estudiantes.

Desde el Ayuntamiento de Barx antes de la llegada del frío se pusieron en contacto con el centro escolar para valorar la posibilidad de disponer algún tipo de abrigo extra para los alumnos, pero les informaron de la puesta en marcha de esta peculiar campaña y de la colaboración del AMPA en el suministro de exprimidores y las naranjas.

Además, en las aulas de Barx «el frío es soportable», destaca el ayuntamiento, ya que en 2018 solicitó y recibió una subvención de la Generalitat por 80.000 euros para el cambio de puertas, ventanas y demás cerrajería metálica. En 2019, también consiguió otra ayuda, en este caso de la Diputació de València, para el cambio de sistema de calefacción.

Así pues, aunque las ventanas estén abiertas, en las aulas los escolares mantienen calefacción y según ha comentado el Gobierno local y la dirección del centro, «la temperatura en el interior del centro es aceptable». Aun así, desde el consistorio se anima a las familias a tomar todas las precauciones, tanto contra la Covid-19, como contra la ola de frío que estos días a afectado especialmente esta localidad, donde los termómetros han tocado los cinco grados bajo cero.

«Se han comprado purificadores de aire y estamos pendientes de recibirlos y se instalarán lo antes posible en cada una de las aulas», dijo ayer el alcalde de Barx, Miguel Donet, quien añadía que «hemos trabajado con la debida previsión y ahora tenemos las aulas en las mejores condiciones posibles dadas las circunstancias. No hay que bajar la guardia y hay que ser cautos, pero vemos que nuestra gestión de previsión y responsabilidad cuando tocaba ha servido para estar preparados, en lo que a infraestruturas escolares se refiere, ahora que nos ha sobrevenido esta pandemia».

Barx apuesta por la naranja de la Valldigna contra el frío en la escuela

El profesorado y las madres y padres destacan el valor de la vitamina en estas circunstancias

s.s. gandia