Una de cada cinco personas que enferma al ser diagnosticado de covid-19 y que requiere traslado al hospital acaba en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Es una cifra altísima, del 20%, que pone en evidencia que el virus no es ninguna broma y que, cuando deriva en neumonía, pone inmediatamente en riesgo la vida del infectado. Para hacerse una idea, ese 20% de casos graves en una patología no se registraba desde los años sesenta del siglo pasado. Entonces fue por los infartos de miocardio.

Es uno de los datos que ayer revelaron responsables del Área de Salud de Gandia para trasladar, una vez más, el mensaje de que es necesario protegerse, cumplir todas las normas de seguridad y, si es posible, confinarse en casa para doblegar la curva ascendente de personas infectadas.

Pero es que hay otro dato que también es muy preocupante. Del total de pacientes graves, que casi siempre pasan por las salas de la UCI, se registra una mortalidad del 25%, lo que supone que los médicos no pueden salvar a una de cada cuatro personas cuando llegan a un diagnóstico crítico.

Desde el hospital, que anteayer lanzó un mensaje para que nadie acuda a ese lugar sin cita previa a no ser estrictamente necesario, se recordó que todavía hay muchas personas que consideran que el covid-19 se puede pasar «como una simple gripe» cuando en realidad, y especialmente entre personas de más edad, puede generar neumonías gravísimas.

En el Área de Salud de Gandia ya son alrededor de 6.600 personas las que, desde el pasado mes de marzo, se han diagnosticado como infectadas por el virus, el equivalente al 3 por ciento de la población total que vive en los municipios que forman parte de la misma.

Un centenar de personas están ingresadas en el hospital, el goteo de fallecidos es constante, con un total de 84 a día de ayer, y se han tenido que ampliar las salas de UCI para dar cabida a la también creciente cantidad de personas que alcanzan niveles críticos.