El coronavirus sigue causando estragos en la comarca. Si en la primera ola de la pandemia el departamento de salud de Gandia, que abarca todos los municipios de la Safor más una decena de la Vall d’Albaida, fue uno de los que registró menor incidencia, en la segunda y tercera ola está suponiendo un verdadero problema, como ocurre en prácticamente todo el territorio valenciano.

Durante los dos días del fin de semana, el virus ha causado un total de diez fallecidos, según los datos que ofrecen cada día las autoridades sanitarias. Además, solo el domingo se registró la cifra más alta de muertos en un día de toda la pandemia, con un total de seis personas. La incidencia de vidas perdidas se está cebando de manera especial con las residencias de la tercera edad. La totalidad de los finados de ese día eran usuarios de algunos de estos recursos de la comarca de la Safor. Tenían edades comprendidas entre los 62 y los 95 años.

El panorama el sábado fue más o menos parecido. La jornada finalizó con un total de cuatro personas fallecidas, de las que al menos dos se encontraban internadas en residencias. En este caso estaban entre 72 y los 97 años de edad. Algunos de ellos se encontraban ingresados en el hospital.

En el centro sanitario la situación es cada vez más complicada. El balance del fin de semana dejaba un total de 130 personas ingresadas por covid-19, de las que 20 se encuentran en el servicio de UCI, es decir, presentan un carácter más grave. Cabe recordar que el centro hospitalario cuenta, de forma habitual, con 13 camas UCI, por lo que actualmente se ha tenido que habilitar otro espacio para poder albergar a pacientes que presentan un estado más grave.

Y es que el número de contagios se ha disparado en las últimas semanas. Entre el viernes y el domingo se registraron un total de 514 positivos en las pruebas PCR practicadas por el servicio de Salud Pública. En las puertas de los centros de salud de los municipios y en el propio hospital queda patente la situación del coronavirus en la Safor en estos momentos, con largas filas de coches en cuyo interior hay personas que esperan a que les tomen las muestras para someterse a pruebas PCR.

Así, solo el sábado se registraron 240 positivos, según los datos del departamento de salud, y el domingo el número de contagios ascendió a 186.

En esta situación, las cifras globales de la pandemia en la comarca arrojan un total de fallecidos de 95, de los que prácticamente el 70% se han producido desde el pasado mes de septiembre, es decir entre la segunda y la tercera ola, superando en mucho los muertos de la primera.

Hasta el momento, en la comarca de la Safor el número oficial de personas contagiadas supera las 7.000 según las estadísticas que ofrece la Conselleria de Sanitat Universal y Salut Pública.

Siguen las medidas

En este contexto, tanto Oliva como Daimús siguen con las medidas más restrictivas, ya que tienen un confinamiento perimetral que impide a sus vecinos salir de la localidad y a los de otras localidades entrar, además de mantener cerrada la hostelería y otros servicios públicos. En los próximos días se cumple el plazo inicial establecido por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para estas medidas, por lo que habrá que ver si se decide prorrogarlas o levantarlas total o parcialmente.

Pese a que durante varias semanas ya se estuvo advirtiendo que mantener la actividad social durante las fiestas de Navidad iba a tener consecuencias nefastas durante las primeras del año, todos los indicadores apuntan a que lo que se está viviendo en estos momentos es la confirmación de aquellas previsiones.

El endurecimiento de las medidas que entró en vigor el pasado 7 de enero no está teniendo efectos por el momento, como reconocía ayer el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien no escondía, en vista de la situación, «están siendo insuficientes».