El encuentro en Tavernes de la Valldigna. | LEVANTE-EMV

El alcalde de Oliva, David González, y el concejal de Turismo, Kino Calafat, recibieron el viernes pasado a una delegación de la Associació Gastroliva, un sector, el de la hostelería, que está sufriendo muchos daños económicos debido a la pandemia del covid-19 y al cierre obligado de los establecimientos.

Después de atender sus demandas y escuchar la grave situación en la que se encuentran, con sus negocios cerrados, lo representantes municipales informaron de las líneas de ayuda en las que están trabajando las administraciones para paliar su situación.

Las autoridades indicaron que el ayuntamiento se esforzará para destinar los mayores recursos posibles a salvar un sector tan importante, detrás del cual está el sustento de muchas familias.

El consistorio olivense se sumará al Fondo de 120 millones de la Generalitat que se dirigirán, en buena parte, a los negocios de hostelería.

Tras el encuentro con los empresarios, el alcalde señaló que «Oliva cooperará con el resto de administraciones públicas para contribuir a este fondo de ayudas en favor de nuestros profesionales de bares y restauración».

Por su parte el alcalde de Tavernes, Sergi González, y la concejala de Turismo, Lara Romero, también se reunieron con sector de la hostelería y la restauración para trabajar ante la complicada situación económica, aportar soluciones y escuchar las inquietudes y preocupaciones del sector.

El ayuntamiento ha anunciado que se adherirá al mismo fondo del Consell dentro del Pla Resisteix, financiado en un 50% por la Generalitat, un 30% por las diputaciones y el 20% restante por los ayuntamientos.

Los responsables municipales explicaron que también se trabaja para organizar encuentros gastronómicos e iniciativas para fomentar la gastronomía y el turismo en el municipio. Entre las conclusiones positivas del encuentro, se extrae la necesidad de formar una asociación de hosteleros para poder acceder a ayudas y crear un tejido asociativo consistente que beneficie todos los bares y restaurantes del pueblo y la playa.

Tavernes ya decidió suspender la tasa anual de ocupación de vía pública por mesas y sillas como una de las medidas económicas para paliar los efectos del covid-19 en los locales de hostelería