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Gandia, segunda ciudad en la que más bajó la contaminación por NO2 entre 2019 y 2020

Un estudio sobre el nivel de dióxido de nitrógeno revela una reducción del 54% debido al parón del tráfico en los meses del estado de alarma. La capital de la Safor supera en algunas ocasiones los umbrales máximos fijados por la Unión Europea

Tráfico en la calle de Sant Rafael de Gandia. | LEVANTE-EMV

La ciudad de Gandia se situó en el pasado año 2020 como la segunda de España en reducir la contaminación atmosférica por dióxido de nitrógeno (NO2), un gas que se genera mayoritariamente por la combustión de los motores de los vehículos.

Así, Gandia redujo esos gases en un 54%, solo por detrás de La Coruña, que llegó al 55%, y por delante de Ciudad Real (44%), Vigo (41%), Palma de Mallorca (40%), Manresa (37%), Huelva (36%), Gerona (34%), Coslada (33%), Cartagena (33%) y Santander (32%), que integran la relación de los municipios donde más bajó esa contaminación.

El dato lo ha arrojado el estudio del Observatorio de Sostenibilidad del año 2020, que ha analizado la evolución del dióxido de nitrógeno en 80 ciudades en las que viven unos 19 millones de habitantes, lo que supone alrededor de un 40 por ciento de la población española.

Ese análisis, que ha comparado los datos de este contaminante entre los años 2019 y 2020, concluye que la pandemia del Covid-19 y los sucesivos estados de alarma, confinamiento y restricciones en la movilidad, ha propiciado durante estos meses una oportunidad histórica para poder estudiar en detalle el impacto que esas situaciones han tenido en la contaminación atmosférica de las ciudades en una escala histórica.

Con cierta lógica, «el confinamiento y la consiguiente reducción del uso del automóvil en las ciudades ha demostrado las grandes caídas de tráfico y de las emisiones correspondientes de concentración de NO2», señala ese informe.

Varios son los factores que han contribuido a que Gandia sea la segunda ciudad de España en esa mejora de la calidad del aire que respiran sus ciudadanos. Por una parte, y eso es evidente, la capital de la Safor no es una urbe que generalmente presente niveles altos de contaminación, si bien en algunas jornadas, como se observa en los datos que facilita la Generalitat, sí se alcanzan concentraciones de NO2 por encima del máximo recomendado que fija la Unión Europea, situado en 40 microgramos por metro cúbico de aire.

En segundo lugar, Gandia, a diferencia de otras urbes ubicadas en lugares de clima más frío, dispone de un número muy bajo de sistemas de calefacción comunitaria que funcionan con combustibles fósiles, como el gasóleo o el gas. Así, la obligada reducción del tráfico rodado consecuencia del decreto del Estado de Alarma eliminó la mayor parte de las emisiones que contaminan el aire y eso contribuyó a ser la segunda de España.

La ciudad tampoco está rodeada de industrias que utilicen grandes cantidades de gasóleo, y en los últimos años se ha optado más por los que aprovechan el gas natural, más limpio que los componentes derivados del petróleo.

Y, finalmente, la orografía de la ciudad, abierta al mar y con espacios que facilitan la ventilación, incluida la brisa que se genera en días de calma. El estancamiento del aire es la auténtica pesadilla de grandes ciudades, como Madrid o Barcelona, al acumularse los gases y elementos tóxicos en el mismo lugar donde habitan millones de personas.

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