Podría decirse que, salvo los cuatro o cinco primeros minutos del partido, el Angels Vision Units pel Bàsquet Gandia jugó anoche un enfrentamiento perfecto ante el FC Cartagena, combinado al que el entrenador gandiense considera uno de los mejores de la categoría. Y ese juego, esa dedicación y esa confianza en que todo se podía remontar llevó a los locales a consumar una trilogía gloriosa. En diez días han derrotado nada menos que al Alginet, al Benidorm y, anoche, al robusto Cartagena.
El partido fue de esos que crean afición porque apenas transcurridos unos minutos parecía todo perdido. El rival, de manera impresionante, situó un 0-12 en el marcador. Pero justo en ese momento, y después de un triple de Alan Kleinjan, todo empezó a cambiar. El Angels Vision se dio cuenta de que tenía que arriesgar con juego exterior y que tenía de contener al rival con una buena defensa. Y las dos cosas salieron bien.
Poco a poco empezaron a remontar en marcador, con los lógicos altibajos, pero siempre con un alto nivel de concentración y un magnífico espíritu de equipo.
El Cartagena aún tuvo fuerzas, con un juego sólido, pero falló en los lanzamientos triples, pese a lo cual logró situarse por delante a pocos minutos del final. Pero en ese punto los hombres de Víctor Rubio volvieron a marcar la diferencia, hasta el punto de desesperar a sus rivales, que incluso cometieron algunas acciones antideportivas.
A destacar, una vez más, el conjunto, pero especialmente ayer a Kleinjan, máximo anotador entre los locales (19 puntos), mejor jugador del partido y el hombre que, con varios triples decisivos, insufló el ánimo necesario para que todos creyeran que podrían celebrar esa tercera victoria consecutiva en la liga.
