El Ayuntamiento de Gandia ha paralizado las obras que había iniciado en el párking del Riu Serpis, junto a la Pasarela, para construir un acceso directo al subterráneo que tiene la singularidad de estar rematado con un cubo de cristal transparente.
El motivo no es otro que la petición expresada por el propietario del local situado en la esquina del paseo de les Germanies y de la calle del Canonge Noguera, donde hubo un comercio de comida para llevar y fue también sede electoral del Partido Popular en los pasados comicios municipales.
Según señalaron fuentes del consistorio, el propietario del local advirtió de que ese acceso, con el remate del cubo de cristal, podría acarrear una depreciación del valor de la planta baja en el caso de que se decida abrir un bar o restaurante y se pretenda aprovechar ese espacio de calle, sin duda un punto privilegiado, para colocar mesas, como ya ocurre en la parte de en frente.
La petición fue atendida, hasta el punto de detener las obras, que hasta ese punto apenas habían retirado las baldosas del lugar donde se iba a perforar, para volverlas a colocar.
El concejal Salvador Gregori, que junto al arquitecto Fernando Mut visitó ayer la obra, señaló a este periódico que la solución adoptada es trasladar el acceso unos metros más hacia el río y situarlo aproximadamente donde ahora se encuentra la escultura de homenaje a Gandia, denominada «G», de Joan Barrantes.
A su vez, esa obra en hierro oxidado, que pasa un tanto desapercibida para la mayoría de viandantes y que incluso es «víctima» de animales de compañía que se acercan a orinar o de grupos de jóvenes que la usan como un tobogán, se trasladará a la plaza del Tirant lo Blanc, a poca distancia de la misma Pasarela, lo que sin duda permitirá dignificarla y ensalzar su presencia.
Según el concejal Gregori, ese cambio, a la vista de anteriores polémicas surgidas en esta ciudad sobre traslados de obras de arte situadas en la calle, ha recibido el visto bueno del autor.
Estas modificaciones no supondrán un retraso sustancial en la ejecución de unas obras que, como indicó el Gobierno local en su momento, buscan dos objetivos fundamentales. Por una parte, evitar que, como ocurre ahora, los viandantes que entran o salen del párking usen la misma rampa de acceso de los vehículos.
