El alcalde destituye a Gomis en la peor crisis del Gobierno de Villalonga

El alcalde de Villalonga, Domingo García, de Compromís, no ha podido soportar más la gestión de la concejala de Recursos Humanos-Personal, Alicia Gomis, del grupo Fer Poble, y le ha retirado sus competencias en un decreto que abre la peor crisis en el Gobierno local que integran esas dos formaciones más el Partido Popular.

García, en declaraciones a este periódico, no se mordió la lengua y habló de una absoluta pérdida de confianza en la gestión de Gomis al frente de Personal, lo que no resulta difícil de entender a la vista de lo sucedido en los últimos meses.

En primer lugar, por el fiasco de la convocatoria de un concurso para ocupar dos plazas, con consolidación, en la plantilla de la Policía Local. Ese concurso, plagado de sospechas de amaño, incluso generó la dimisión del concejal de Seguridad, José Ripoll, del PP, quien acusó a Gomis de oscurantismo y prácticas sospechosas, y al propio alcalde de connivencia por no querer retirarle las competencias en Personal. Al final Gomis tuvo que dar marcha atrás y, como publicó este periódico, decidió suspender el concurso de los policías locales para reiniciarlo desde cero.

En segundo lugar, ya son dos las sentencias que han condenado al Ayuntamiento de Villalonga a restituir a trabajadores municipales en el lugar que ocupaban antes de la llegada del nuevo Gobierno. Los jueces, como también contó Levante-EMV, consideró ilegales los traslados de una funcionaria que tenía plaza en el edificio consistorial, y que fue obligada a cambiarse a la biblioteca, así como un peón que ejercía unas funciones y a quien se le encomendaron otras distintas sin haber mediado negociación alguna.

Y, en tercer lugar, está el comunicado del sindicato CC OO, que esta misma semana denunciaba la posibilidad de la comisión de irregularidades en el Ayuntamiento de Villalonga durante el proceso de contratación de personas acogidas a las ayudas del PactSafor.

Domingo García señaló ayer que la destitución de Alicia Gomis ha sido una decisión propia y de su grupo, Compromís, porque en el departamento de Personal «lo que queremos es que haya negociación y consenso» en la adopción de decisiones, al tiempo que acusaba a la concejala de Fer Poble de actuar bajo el concepto «del ordeno y mando».

Hace unos meses, cuando se produjo la polémica por el concurso de la Policía Local sospechoso de amaños, «ya le dijimos que no lo estaba haciendo bien», añade el alcalde García, al tiempo que reconocía que Alicia Gomis, durante la negociación que desembocó en el pacto del Gobierno local «quería, fuese como fuese, desempeñar el cargo de concejala de Personal».

Según ha podido saber este periódico, la destitución de Gomis no solo cierra un episodio político oscuro en el Ayuntamiento de Villalonga, sino que evidencia la existencia de una crisis interna. Porque la ya exconcejala de Personal no aceptó renunciar al cargo, como le exigió el grupo de Compromís, y porque tampoco el portavoz del Partido Popular, Román Garrigós, era partidario de retirarle las competencias.

División en el Gobierno local

El conflicto abre ahora muchos interrogantes sobre la gestión en el Ayuntamiento de Villalonga porque, con dos concejales por cada grupo, Compromís, PP y Fer Poble, los tres necesitan mantenerse unidos para contrarrestar los cinco votos del PSPV-PSOE, que fue la fuerza más votada y la que ganó las pasadas elecciones municipales.

Alicia Gomis no respondió ayer a la llamada de este periódico y es posible que se tenga que esperar hasta el próximo pleno corporativo para comprobar si tanto ella como su compañera de grupo, Lidia Reig, retiran la confianza al alcalde y, llegado el caso, dejan al Gobierno local con solo cuatro concejales.

Si eso ocurre, se vivirá una repetición de la historia. Gomis y Reig se presentaron a las elecciones municipales de 2015 en la lista del PSPV-PSOE, que obtuvo mayoría absoluta y, poco después, precisamente por cuestiones de Personal, le retiraron la confianza al alcalde, Enric Llorca, se aliaron con la oposición del PP y Compromís y mantuvieron esa actitud de transfuguismo durante los cuatro años de la legislatura.

«El pacto para el relevo en la alcaldía no peligra»

La crisis abierta en el Gobierno local de Villalonga no va a poner en peligro el pacto alcanzado tras las elecciones municipales de 2019 entre Compromís, Partido Popular y Fer Poble para repartirse la alcaldía y las distintas áreas de gestión. Es decir, el próximo mes de junio, en el ecuador de la legislatura, los seis votos que suman esos tres partidos serán para el candidato del PP, Román Garrigós, que se convertirá en el nuevo alcalde.

La actual primera autoridad local, de Compromís, no dudó un segundo en responder a la pregunta de este periódico y aseguró que «pase lo que pase» en el seno del Gobierno local a raíz de la destitución de Alicia Gomis como concejala de Personal, los dos votos de Compromís serán para Román Garrigós. Y eso, añadió, ocurrirá incluso en el caso de que el futuro alcalde del PP decida devolverle a Gomis las competencias de Personal. Esa posibilidad es real porque, como García explicó ayer a este periódico, Garrigós le trasladó que no compartía el decreto que aparta a la concejala de sus funciones.

Obviamente, falta conocer la postura de Fer Poble en todo este embrollo, porque es evidente que sus dos concejalas también tienen que votar al candidato del PP dentro de cuatro meses, si no quieren que la alcaldía pase a manos del Partido Socialista, con su portavoz Enric Llorca a la cabeza, por ser la fuerza más votada y ostentar un grupo de cinco concejales en este ayuntamiento.

La crisis abierta en el Gobierno local de Villalonga, que también fue polémico por aquello de vulnerar el «pacte del Botànic» amenaza, eso sí, a la estabilidad de la gestión en los dos años y medio que quedan hasta las próximas elecciones.

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