La Asociación para la Defensa de la Naturaleza al Sur de Valencia (ADENSVA) denuncia que esta semana ha muerto un ejemplar adulto de águila perdicera en la localidad valenciana de Oliva, electrocutada en una línea de Iberdrola.

En un comunicado, advierte que este tipo de muertes suponen "un paso más en el camino hacia su extinción en la Comunitat" y lamenta que, a pesar de ello, "la Generalitat se cierra en banda" y no admite la catalogación de esta especie como en peligro de extinción.

ADENSVA ya denunció ante Fiscalía los tendidos eléctricos de esta zona donde se han registrado más de 40 electrocuciones de especies de aves rapaces en los últimos años. La muerte de este águila perdicera, una de las especies de fauna valenciana más amenazadas por los tendidos, se suma a otras conocidas recientemente en la provincia: un águila perdicera electrocutada en Utiel, otra muerta por colisión contra los cables de un tendido eléctrico en Cortes de Pallás y otra ahogada en una balsa de riego en Estivella.

Y habría que sumar "muchos otros ejemplares que a buen seguro habrán muerto sin que haya quedado registrado lo sucedido". Todo ello, a su juicio, cuando la Generalitat es consciente de los principales factores de mortalidad que están mermando la población de esta especie amenazada.

Para la entidad, los datos recopilados en los últimos 25 años de ejemplares ingresados en centros de recuperación valencianos, junto a las cifras de mortalidad obtenidas por radioseguimiento de ejemplares en los últimos cinco años, evidencian que la principal causa es la muerte relacionada con infraestructuras humanas carentes de medidas de seguridad para la fauna, como los tendidos eléctricos, las balsas y los vallados.

"La mayor parte de estas muertes serían evitables si se implantaran, de forma generalizada y en todo el territorio autonómico, medidas correctoras de prevención", defiende, para recordar que otras causas de fallecimiento son los disparos y el uso de cebos envenenados. Entre 2015 y 2020, la Universitat de València marcó en la Comunitat una muestra de 51 águilas perdiceras para su radioseguimiento, de las que 21 ya han muerto por estas causas.

Ante esta situación, la organización alerta que la muerte continua de ejemplares por causas no naturales está "a punto de provocar su extinción" en varias comarcas de las provincias de Castellón y Valencia. A pesar de estas muertes, muchos territorios de la especie parecen mantenerse por la llegada de ejemplares inmaduros dispersivos, llegados principalmente de regiones vecinas cuando "se da la paradoja de que en todas las comunidades limítrofes tiene reconocida la categoría de peligro de extinción".

LA COMUNITAT, UN "SUMIDERO" PARA LAS ÁGUILAS

Esto demuestra, en su opinión, que la Comunitat Valenciana estaría actuando como un "sumidero" de la especie en el este peninsular. Por todos estos motivos, varios grupos conservacionistas pidieron recientemente que se incluya a esta especie en la categoría de 'en peligro de extinción', dado que actualmente figura como 'vulnerable'.

Se trata de una solicitud "rechazada reiteradamente" por el servicio de Vida Silvestre perteneciente a la Conselleria competente en Medio Ambiente. La elevación oficial de la categoría de amenaza debería servir para la elaboración de un plan de recuperación en el que se prevean medidas concretas y directas para reducir las ya conocidas causas antrópicas de mortalidad de la especie.

Para evitar ahogamientos, ADENSVA plantea que sería necesario instaurar la obligación de elementos de salida de fauna en todos los depósitos contra incendios, balsas de riego y canales. Para evitar electrocuciones, una planificación que permita lograr a corto plazo la total adecuación de las líneas eléctricas en toda la Comunitat. Y para reducir el riesgo de colisión, sería conveniente obligar a instalar elementos de señalización adecuados en líneas eléctricas, vallados y cristaleras en el medio natural.

La implantación de estas medidas a nivel autonómico "no solo reduciría notablemente la mortalidad del águila perdicera, sino que evitaría miles de muertes de muchas otras especies de fauna que se producen cada año en la Comunitat". Esta y otras asociaciones afines reclaman así al gobierno valenciano que "demuestre con hechos si es cierto su compromiso con el medio ambiente".

"Se avecinan tiempos en los que va a ser más necesario que nunca compatibilizar la conservación de la biodiversidad con la implantación de numerosas infraestructuras en el medio natural relacionadas con las energías renovables. Si detener la pérdida de biodiversidad y la degradación del patrimonio natural no es una prioridad para el gobierno valenciano, debería actuar con sinceridad y exponerlo abiertamente a la ciudadanía".