El Ayuntamiento de Simat de la Valldigna quiere poner coto de manera decidida al vandalismo que acecha a los elementos públicos desde hace un tiempo. Por ello, siguiendo el ejemplo de Almoines, que lo anunció hace unos meses, tiene en marcha un proyecto para instalar cámaras de vigilancia en distintos puntos del municipio.
Estos elementos tienen una doble función: en primer lugar disuasoria, ya que su existencia puede hacer que más de uno se lo piense bien a la hora de llevar a cabo alguna fechoría que cueste mucho dinero a las arcas públicas. En segundo, este elemento puede ayudar a identificara a aquellos que la han tomado contra aquello que es de todos y todas y que, por tanto, se paga con los impuestos de los vecinos y vecinas de Simat.
Para ello, el ayuntamiento encabezado por el alcalde Víctor Mansanet ha recibido una subvención de algo más de 30.000 euros que permitirá la instalación de cinco cámaras en distintos puntos del casco urbano. Para ello, el municipio tendrá que contar con el permiso de la Delegación del Gobierno, que es quien debe autorizar finalmente su instalación.
Mansanet convocará en los próximos días una Junta Local de Seguridad donde se tratará estas cuestión y se iniciará un proceso que pretende reducir al máximo actos que avergüenzan al municipio. La idea es que a finales de este mes de febrero o el próximo pudiera estar cerrado para proceder a situar las cámaras en los lugares elegidos.
Estos son, a petición de la propia Guardia Civil, el acceso principal a Simat, en la rotonda situada en la carretera que llega desde Tavernes o Alzira, y también el acceso desde la carretera de Barx, en las inmediaciones del polideportivo municipal.
Otro de los puntos elegidos es el entorno del Monestir de Santa María de la Valldigna. Este ha sido el último elemento objetivo de los vándalos, con un gran boquete abierto en un muro datado entre los siglos XIII y XV. No ha sido, sin embargo, el único acto vandálico que ha sufrido el monumento, ya que hace unos meses aparecieron rotas 8 luminarias que el ayuntamiento, tras realizar una importante inversión, había instalado junto a la pared este, en el camino que une el cenobio con la mezquita de la Xara. Apenas llevaban unas pocas semanas en funcionamiento y no son precisamente económicas.
La cuarta se situará en una zona donde habitualmente hay vertidos incontrolados de basura, como explicaba el alcalde Mansanet, y la quinta en el edificio consistorial. El Gobierno local estudiará si se puede adquirir alguna más para ampliar el número de dispositivos de vigilancia en las calles.
Víctor Mansanet explica que esta propuesta se debatirá en la Junta de Seguridad donde están representada la Guardia Civil, Policía Local, la oficina contra la violencia de género del partido judicial de Sueca, la policía autonómica y servicios sociales del consistorio simatero. De allí saldrá el proyecto que será enviado a la Delegación del Gobierno para que emita un informe al respecto. Mansanet asegura que estas cámaras «aumentarán la seguridad del municipio».
Un ayuntamiento no puede elegir arbitrariamente la instalación de cámaras en el casco urbano, ya que esa cuestión está preservada por ley y debe estar debidamente autorizada y justificada.
El Ayuntamiento de Almoines anunció el pasado mes de diciembre su intención de colocar hasta 20 cámaras en el casco urbano para vigilar a quienes intenten ensañarse con el mobiliario urbano. En su caso, el detonante fueron los destrozos causados a elementos que habían sido construidos apenas una semana antes con dinero de la Diputación de Valencia. El municipio está a la espera de recibir presupuestos para las cámaras para enviar el informe definitivo a la Delegación del Gobierno.
