hotel tranlsigandia
Ricardo Martínez
D ejando al margen el famoso ¡Volem l’estatut! de los años 70, es muy difícil encontrar un caso en Gandia en el que la izquierda más radical se emplee tan a fondo como en el proyecto de la Colonia Ducal en la playa. Y todo, por la posible edificación de un hotel de baja altura en medio de una urbanización de apartamentos de VPO construidos en plena dictadura con materiales de dudosa calidad. Si yo fuera el propietario de uno de ellos me subiría por las paredes. Quitarte la brisa marina y, sobre todo la vista al Mediterráneo, son palabras mayores. Con Compromís a la cabeza se está consiguiendo movilizar al personal: vecinos, arquitectos afines, al mismo CEIC (Centre d’Estudis i Investigacions Alfons el Vell) y a los cuatro buscarruidos de siempre. ¡Están ya en pie de guerra! Y todo para impedir «la torre Trump». O eso es lo que venden ellos. Que de «vender» saben un rato y además largo. CEIC, ¡quién te ha visto y quién te ve!
Por otra parte, los «socios» de Compromís, con la alcaldesa Diana Morant al frente (PSPV-PSOE), están por la labor de cambiar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para que la empresa Infilev pueda construir su hotel. Si es legal, ¿por qué no? Y si hay matices y normativa que aclarar, siempre que no sean de «Politburó» ni de familiares condueños, se aclaran. Y a seguir soportándose, que es lo que toca. Las coaliciones contra natura tienen eso, y más con socios como esos listillos de la política.
Los propietarios están en su derecho de revelarse con pancartas en sus balcones, caceroladas y algún que otro bocinazo. Les avala la libertad de expresión.
Se ha enquistado tanto este asunto del hotel que la alcaldesa de Gandía y su vicealcalde Alandete no se hablan y, si lo hacen, no se entienden, ¿las mascarillas tal vez…? El Partido Popular, con Víctor Soler a la cabeza y con mucho que aportar, no se pronuncia. Dice que lo hará cuando tenga los papeles. ¿Y si son los de Bárcenas y le pilla descolocado? Pero quiera o no, tendrá que «mojarse».
Aparte del colectivo hostelero, horchateros incluidos, también está a favor de la construcción, el bueno de Pascal Renolt, de Ciudadanos, con solo un concejal, decisivo en el anterior Gobierno. Pero hoy, y lo digo con mucha pena, un «cuerpo extraño» en el Ayuntamiento. Quiere turismo de calidad, cultural y algo tan imposible como la desestacionalización de la playa. Con la esperpéntica novedad de que el cliente de ese hotel con su bicicleta, podrá ir directamente de su habitación a la arena (50 metros), sin ser atropellado, gracias a la «morada». En fin, las bobadas de siempre. Y es que los políticos son muy, pero que muy cortitos, ¡qué le vamos hacer!
Cuando estaba recortando a tijera viva mi artículo semanal para guardarlo en el baúl de mis recuerdos, leo con sorpresa el siguiente titular con su foto y todo: «Compromís materializa su alegación contra el hotel en la Colonia Ducal. El portavoz de ese grupo, Ivà Bonet, presentó en el Ayuntamiento de Gandia, escrito de alegaciones de su colectivo, rechazando ubicar un hotel en la zona comercial de la Ducal», dice el señor Ivà, cuyo nombre, si es en valenciano, no existe. Y en religión, sin la tilde, significa «Dios es misericordioso».
El señor Bonet quiere que se inicie un proceso de protección legal de ese espacio a través de la fórmula del Bien de Relevancia Local. Añade que esa urbanización es un bien patrimonial e histórico y un referente del movimiento arquitectónico moderno, no sólo en Gandia sino en toda la Comunidad Valenciana. Para él: País.
Me recuerda al mosso cuando le espetó a un nacionalista: ¡La república no existe!
Para ellos la Colonia Ducal es un referente arquitectónico moderno y la segunda obra más importante después de la Iglesia Sant Nicolau del Grau. Así aparece en los registros de la bizantina Ego-Fundación DoCoMoMo Ibérico, cuyo objetivo es inventariar, divulgar y proteger el patrimonio arquitectónico del Movimiento Moderno. Participa como «miembra», según la exministra Aido, o miembro según la RAE, la catedrática Carmen Jordá. En declaraciones a este periódico, más o menos dijo: «un hotel allí, es poco más que una profanación».
Para Compromís, con tal de tumbar el proyecto, esta Fundación con nombre de danza nigeriana es como la estadounidense Hyatt, una de las más importantes del mundo. O la más. Con lo fácil que sería decir: ¡Socorrooo.., nos tapan las vistas!
Yo creo que nadie en Gandia y comarca estaba al corriente de tan magno acontecimiento. Nada más y nada menos que la segunda obra acuñada por DoCoMoMo después de la Iglesia Sant Nicolau del Grau, que sí lo merece.
Solo sabíamos que la Ducal era conocida por la cafetería Rompeolas y su emblemática discoteca, la tasca La Dacsa, Castellmar, cafetería Virginia, restaurante Emilio, Coco Loco, el bingo y cómo no, por su espectacular piscina vintage. ¡Eso sí que era «cultura»! El francés nos lo enseñaron allí. -¿Mademoiselle,vouz voulez dancer avec moi»? Y también en las salas Pepe y Hukako.
La urbanización estéticamente es bonita y por ser también de VPO podría compararse, pero a menor escala, con las famosas WB S70 de la extinta República Democrática Alemana. Pero no deja de ser una más de las tantas que hay en España de esas características, construidas en la época franquista. Al margen del hambre en los primeros años de la postguerra y la falta de democracia hasta la muerte de Franco, en Gandia y en el Grau se construyeron gran cantidad de viviendas sociales: Simancas, Pescadores, Portuarios-graueros, Mestres, Corea, son algunos ejemplos-.
La Ducal se proyectó por los afamados arquitectos: Juan José Estellés, Francisco García y Pablo Soler. Con todos mis respetos, tampoco eran Goerlich, Norman Foster ni nuestro conocido Renzo Piano. El de la pasta gansa. (Proyecto Palacio de Congresos).
Lo que tenía que ser un tema burocrático entre los del hotel y el Ayuntamiento y un café con los condueños, para Compromís es declaradamente un asunto de estado. ¿No se dan cuenta que solo son cuatro para ir de arrogantes y absolutistas por la vida? Me recuerdan mucho a sus afines. Los de Podemos en el Gobierno Central, y eso empieza a ser muy peligroso.
Un zumito de naranja, un poco de ajo troceado con limón para el bicho y un sobrecito de manzanilla Pompadour por la mañana temprano, seguro que les iría muy bien. Y a los ciudadanos perderles de vista, mucho mejor...
La ignorancia de las masas es la principal fuerza de los gobernantes. Carlos Malato.
(Este artículo fue elaborado antes de que la promotora
del hotel en la Colonia
Ducal de la playa de Gandia retirara el proyecto, como informó ayer este periódico).
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