Cincuenta años para dejar libres las zonas más valiosas del marjal de Pego-Oliva

La Generalitat anuncia el fin del proceso que se inició en el año 1970 y se paralizó en 1994

Un momento de la visita de Roger Llanes al marjal, el pasado jueves. | LEVANTE-EMV

Un momento de la visita de Roger Llanes al marjal, el pasado jueves. | LEVANTE-EMV / levante-emv. gandia

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Si no surgen nuevos problemas, a lo largo de este año la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica concluirá el proceso de concentración parcelaria del marjal de Pego-Oliva, que tiene como objetivo reagrupar los espacios destinados a la agricultura y dejar libres las zonas más valiosas de un humedal que fue declarado Parque Natural en el año 1994.

Según ha informado la Generalitat, la última fase de los trabajos para la elaboración de la concentración parcelaria se iniciaron en marzo de 2019 y se han centrado en una labor de investigación dirigida a clarificar la propiedad de las parcelas.

El secretario autonómico de Agricultura, Roger Llanes, que acompañado por el director general de Agricultura, Antonio Quintana, se reunió con los responsables de los ayuntamientos de Pego y Oliva, indicó que es inminente la aprobación y exposición pública de las bases «para poder resolver un conflicto histórico de una vez por todas».

Porque la concentración parcelaria en el marjal de Pego-Oliva se inició en 1970 cuando el Ministerio de Agricultura declaró de utilidad pública el entonces «coto arrocero» que tenía por objeto transformar el marjal en una zona de cultivo hortícola mediante la concentración de parcelas.

Sin embargo el creciente interés por la conservación de los humedales llevó a la Generalitat a elaborar en 1994 la Ley de Espacios Protegidos que declaró la suspensión de la concentración parcelaria en Pego-Oliva hasta que no se diseñase un plan de ordenación de los recursos naturales. Ese plan se materializó en 2004 mediante un decreto del Consell que permitía el mantenimiento de las actividades agrarias tradicionales, principalmente las vinculadas al cultivo del arroz debido a su interés ecológico, socieconómico y cultural, al tiempo que fijaba una zona especial de protección del humedal donde no están permitidas las prácticas agrícolas.

Un total de 886 hectáreas

El resultado fue el establecimiento de dos áreas, entre otras, claramente diferenciadas en el parque natural: la zona de especial protección y la zona arrocera.

Una vez declarada la utilidad pública de la concentración parcelaria se prevé concluir el proceso «con todas las garantías jurídicas necesarias», indica la Generalitat.

El perímetro de esa concentración parcelaria abarca una superficie de 886 hectáreas, 608 en Pego y 278 en Oliva, mientras que el número de propietarios involucrados asciende a 916.

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