El grupo municipal de Compromís per Ròtova, que obtuvo la mayoría absoluta en las pasadas elecciones municipales, ha consumado su ruptura. Los concejales Gustavo Morant y Ana Puig han abandonado la disciplina del partido justo cuando el alcalde, Jordi Puig, había promovido su expulsión a raíz de las discrepancias que ya han desembocado en la imposibilidad de aprobar el presupuesto municipal de 2021.

Según informó Compromís per Ròtova, en una reunión celebrada ayer mismo se iba a solicitar la expulsión de Morant y Puig, pero en ese momento llegaron los escritos de ambos en los que se anunciaba la autoexclusión. Aun así, Compromís les ha exigido ahora a ambos que renuncien al acta de concejal para dar paso a los siguientes en la lista y poder recuperar la mayoría absoluta en la corporación que el voto ciudadano otorgó a este partido. En el caso de que no ocurra, Morant y Ana Puig quedarán como concejales No Adscritos, y su voto no puede sumar para la presentación de mociones de censura contra el alcalde.

Según señala Compromís, que ve peligrar la gobernabilidad de Ròtova en los dos años largos que quedan de legislatura, el voto en contra del presupuesto municipal de 2021 ha sido la gota que colmó el vaso y que deriva en la petición de que abandonen el ayuntamiento. Compromís ha revelado que los dos concejales díscolos también impidieron que el ayuntamiento aporte fondos municipales para complementar una subvención recibida para la mejora del alumbrado público y la calidad del aire, así como la adhesión del municipio al Gabinete Psicopedagógico de la Mancomunitat, entre otros proyectos del Gobierno local.