El Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna ha iniciado esta semana los trabajos de construcción del ascensor que pondrá fin a la dificultad de accesibilidad de la gran rampa que se construyó para acceder a la parte del cementerio donde se está llevando a cabo la ampliación.

De momento, la empresa encargado de los trabajos ya ha finalizado la estructura de hormigón que soportará la caja elevadora, que se espera que esté en funcionamiento en los próximos días.

Esta obra viene rodeada de polémica. Vecinos y grupos municipales del ayuntamiento habían denunciado en infinidad de ocasiones la poca accesibilidad que tenía la rampa, con una gran y larga pendiente.

La rampa se construyó para salvar el desnivel entre la ampliación del cementerio y la zona original del mismo. Una vez finalizada, quedó patente que quienes mejor podían superarla para llegar a la parte en la que se instalaron los nichos eran los vehículos. Las personas sin problemas de movilidad no tenían demasiados problemas para superarlas pero sí aquellas que sufren no se mueven con tanta facilidad, como pueden ser vecinos y vecinas de la tercera edad. La alternativa era una escalera ubicada dentro del camposanto, que en el caso de las personas con movilidad reducida tampoco suponía una solución válida.

Hace ya más de un año que el ayuntamiento está intentando instalar el ascensor. La primera empresa que se adjudicó la obra renunció antes de empezar, por lo que hubo que abrir otro proceso. Finalmente, el proyecto ya avanza a buen ritmo y se espera que esté acabado en breve.

El alcalde, Sergi González, visitó esta semana la obra del ascensor junto al responsable de Obras Públicas, el concejal Quique Chofre, y varios técnicos municipales.