Guardamar activa el primer banco de tierras de la Safor

El ayuntamiento obtiene nueve parcelas incultas de entre 1 y 4 hanegadas y pide a los interesados que explotarlas que lo comuniquen

Parcelas agrícolas abandonadas, en una imagen de archivo.       | LEVANTE-EMV

Parcelas agrícolas abandonadas, en una imagen de archivo. | LEVANTE-EMV / sergi sapena. gandia

sergi sapena. gandia

El Ayuntamiento de Guardamar de la Safor ha puesto en marcha, por primera vez en esta comarca, uno de esos llamados «bancos de tierra» que tiene todos los visos de poder funcionar. El consistorio, mediante un programa de la Diputació de València, ha dispone de nueve parcelas, con extensiones que oscilan entre una y cuatro hanegadas, que sus propietarios están dispuestos a ceder o a alquilar a quienes quieran ponerlas en producción.

De hecho, el ayuntamiento acaba de lanzar una llamada para que este proceso no quede estancado y solicita a los interesados que lo comuniquen para iniciar la negociación.

Según señalaron ayer fuentes municipales, el banco de tierras de Guardamar de la Safor funcionará mediante acuerdo entre el propietario y el aspirante a explotar la parcela. Las fórmulas son muchas, e incluyen la posibilidad de un alquiler a precio reducido, a que el interesado se haga cargo de pagar los gastos del IBI y los derivados de la producción, e incluso a un pacto para la entrega al propietario de una parte, también reducida, de la producción que genere en su suelo.

En este banco de tierras la función del ayuntamiento es de mediación y difusión de las parcelas baldías, abandonadas o que no tienen interés para sus propietarios y encontrar a personas dispuestas a ponerlas en plena producción.

Hasta el momento una persona se ha interesado por asumir un campo de casi una hanegada, negociación que empezará ahora con el propietario.

La Safor, como tantas otras comarcas agrícolas valencianas, sufre una verdadera epidemia de suelo fértil que se abandona. Miles de hanegadas, tanto en el sector de secano como en el de regadío, presentan una imagen de desolación porque los propietarios no encuentran la fórmula de conseguir un rendimiento económico acorde con el esfuerzo de trabajar. En esa situación, el verdadero drama es el desinterés de los más jóvenes, lo que impide el necesario relevo generacional en la agricultura.

Un fracaso en la mayoría de municipios que lo han intentado

La apertura de bancos de tierra para que los propietarios que tienen tierras sin cultivar las cedan a personas que quiere trabajarlas y ponerlas en explotación fue una idea surgida hace años que, en la mayoría de municipios, no ha prosperado. Una parte de la culpa es el escaso interés de los dueños, reacios a entregar los bancales. Y la otra que tampoco los posibles beneficiarios ven rentabilidad en la agricultura.

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