Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Oliva será la primera ciudad en poner el quinto contenedor para restos orgánicos

Entre las novedades, se recogerá puerta a puerta en el núcleo antiguo

La planta de transferencia de basuras de la Safor, situada en el polígono de Ròtova. | XIMO FERRI

El municipio de Oliva se convertirá, previsiblemente antes de un año, en el primero de la Safor que, acercándose a los parámetros de la Unión Europea y nuevos cánones para la gestión de los residuos, incorporará un quinto contenedor en sus calles, reservado a recoger exclusivamente la materia orgánica que se genera en los domicilios.

Así figura en la nueva contrata del servicio de recogida de basura y limpieza viaria que el ayuntamiento confía licitar el próximo mes de abril y que se ha ofrecido a cinco empresas. El concurso público no es poca cosa para una ciudad como Oliva, dado que durante los diez años de vigencia de este contrato el coste rondará los veinte millones de euros.

En líneas generales, el nuevo servicio será más sostenible desde el punto de vista ambiental, pero también obliga a los ciudadanos a un cambio de mentalidad en la gestión de los residuos que se producen en cada vivienda.

El llamado quinto contenedor es el mejor ejemplo. Ese depósito, que se situará junto a los otros en las «islas de reciclaje» repartidas por toda la ciudad, está pensado para convertir los restos orgánicos en abono mediante un proceso que ya se está llevando a cabo por parte del COR, el consorcio que se encarga de eliminar los residuos en la comarcas de la Safor, la Vall d’Albaida, la Costera, la Canal de Navarrés y el Valle de Ayora.

Por eso será importante concienciar a los ciudadanos de que en la bolsa que irá al nuevo contenedor, de color marrón, solo pueden depositar elementos orgánicos.

La empresa que se adjudique el contrato tendrá que incorporar camiones preparados para separar cada tipo de residuo en la recogida. Con esta novedad se podrán encontrar los del papel-cartón, vidrio, envases ligeros y plástico, restos orgánicos y el rechazo general.

Si bien es cierto que por un lado se incrementa el operativo para tratar cada residuo por separado, lo que deriva en un coste más elevado, también es cierto que aumenta la cantidad de material reciclado, algo que abarata toda la gestión. Por ese motivo, habrá que esperar al balance económico del año 2022, cuando ya se haya implantado el nuevo sistema, y valorar entonces si es o no necesario modificar la tasa municipal de recogida de basura.

Con esta iniciativa Oliva se adelantará los otros municipios de la Safor, cuyos alcaldes ya han recibido el «aviso» del presidente del COR, Roger Cerdà, para que vayan poniéndose las pilas y no duden en incorporar cuanto antes los nuevos sistemas de tratamiento de residuos que, en general, suponen una apuesta por el reciclaje.

En Oliva también llama la atención que la nueva contrata incorpore la recogida puerta a puerta, con el clásico cubo en el portal de cada vivienda, en el núcleo antiguo, el Camí al Mar y a los grandes productores.

Además, y en la misma línea de la sostenibilidad, nuevos camiones y maquinaria silenciosa sustituirá los actuales vehículos. La empresa también tendrá que mejorar y ampliar las zonas se limpieza viaria y la frecuencia de esa labor.

Un servicio caducado

El contrato de la recogida de basura y limpieza viaria de Oliva lleva años dando tumbos. El alcalde de la ciudad, David González, señala a este periódico que las condiciones del futuro servicio es fruto de la negociación y el consenso en el seno del Gobierno local y que también se ha dado participación a los grupos de la oposición.

A corto plazo el paso que ahora va a dar Oliva se tendrá que aplicar también en el resto de municipios. Porque avanzar en un modelo más sostenible, con menos cantidad de basura por persona y con más porcentaje reciclado es una obligación que se impone desde todas las administraciones.

Una nueva figura El plan de residuos incorpora educadores ambientales

No son pocos los ciudadanos que no saben a quién dirigirse cuando surge alguna de las muchas dudas sobre cómo y dónde reciclar o dejar objetos y enseres que ya no sirven. En parte por eso tantos trastos acaban en cualquier lugar, muchas veces abandonados en las calles, lo que indigna a vecinos e instituciones. Por eso la nueva contrata de la basura de Oliva incluirá la figura del «educador ambiental». Tres personas estarán a disposición de los vecinos para aclarar dudas y, en su caso, ayudarles a colaborar en una buena gestión de los residuos urbanos.

Compartir el artículo

stats