Los empresarios de la playa de Tavernes han criticado la mala planificación de las obras de reurbanización que se están llevando a cabo en la zona norte del casco urbano del litoral, concretamente en la avenida Blasco Ibáñez. En primer lugar, los denunciantes, a los que se han sumado algunos vecinos y vecinas, lamentan que los trabajos se estén realizando con mayor intensidad en Semana Santa cuando, según señalan, en los meses pasados se había avanzado poco. Si bien este año no hay turistas, aseguran que está dificultando mucho tanto a los propietarios de los edificios de la zona como a los proveedores de los restaurantes.
El problema, según explican desde la asociación, está en que se ha cortado el paso a vehículos a la calle Joanot Martorell, desde el final de la avenida de la Marina hasta la zona del San Bernardo, que es la que tradicionalmente daba acceso al Lago Azul. Esto obliga a desviarse por el vial perimetral inaugurado el pasado verano para acceder al lago desde el final de la avenida, justo por delante del restaurante Luna Park ya que Blasco Ibáñez, como es lógico, también está cortada por las obras.
Sin embargo, los empresarios apuntan que hay una calle, Pintor Abril, que lleva cerrada desde octubre por las obras y podría dar salida a los vehículos que acuden a sus negocios. Se trata de un pequeño tramo que une el final de Joanot Martorell con Blasco Ibáñez, que es la que está en obras, y el vial perimetral. Este trozo está cerrado pese a que las obras están acabadas a falta de asfaltar. Mientras no se realice esta labor, el ayuntamiento no tiene previsto abrirla. Los empresarios aseguran que han pedido en infinidad de ocasiones que al menos se adecente ese punto, aunque la respuesta siempre ha sido la misma: se hará al mismo tiempo que toda la avenida cuando las obras estén acabadas.
