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Una "plaza del agua" coronará la mayor obra contra inundaciones en la playa de Gandia

El enorme tanque podrá retener 11.000 metros cúbicos de agua, con lo que se estima que resistirá los temporales con un retorno de ocho años

Un local comercial de la playa de Gandia, inundado tras uno de los cíclicos episodios de lluvias torrenciales en esa zona. | XIMO FERRI

A partir del otoño de 2023 la playa de Gandia verá alejada la posibilidad de sufrir inundaciones, y con ello, pérdidas económicas a particulares y negocios, gracias a la entrada en funcionamiento del mayor depósito de tormentas que se va a construir en esta ciudad. El tanque, situado bajo el parque del Clot de la Mota, tendrá una capacidad de 11.000 metros cúbicos, y su finalidad es evitar que los cíclicos episodios de fuertes lluvias afecten a la zona urbana de la playa y al futuro polígono de Equipamientos Privados, cuyas obras se ejecutan a ambos lados del Club de Tenis.

La empresa Actuacions Ambientals Integrals, de la que son socios el Ayuntamiento de Gandia y la empresa Global Omnium-Aguas de Valencia, ha adjudicado ese proyecto a la empresa Pavasal, que tardará dos años en ejecutarlo, con una inversión de 6,6 millones de euros. Es mucho dinero, pero menos de lo previsto porque supone una rebaja del 27% respecto a los 8,8 millones del valor de la licitación.

La alcaldesa de Gandia, Diana Morant, y el consejero delegado de Global Omnium, Dionisio García, se centraron ayer en explicar dos de los aspectos fundamentales de este proyecto. Por una parte, su envergadura y, por otra, la importancia que tendrá para la playa.

Dos imágenes virtuales de la futura plaza situada sobre el depósito.

Lo más destacado es su capacidad y funcionamiento. Los 11.000 metros cúbicos del depósito, un volumen de tierra que previamente se tendrá que sacar del parque del Clot de la Mota para despejar esa enorme panza, permitirá engullir, a través de una red de colectores y de cuatro bombas de agua, hasta cuatro metros cúbicos por segundo. Con esa capacidad, equivalente a la de tres piscinas olímpicas, se estima un periodo de retorno de 8 años. Eso significa que, teniendo en cuenta el clima de esta zona, la probabilidad de que la playa se inunde se extiende a una vez cada ocho años. En las actuales condiciones no es infrecuente que el agua de lluvia se cuele en locales privados varias veces en un mismo año, en parte porque algunos de ellos se sitúan incluso por debajo del nivel de la calle.

Otro aspecto destacado es el inconveniente de la construcción. En el parque del Clot de la Mota el nivel freático se sitúa muy cerca del suelo, apenas a 1,5 metros de profundidad. De manera que, para alcanzar la cota de 16 metros, sobre la que descansará la base del depósito, se tendrá que aplicar el sistema constructivo de muro-pantalla.

Una «plaza del agua» coronará la mayor obra contra inundaciones en la playa de Gandia

Y hay un tercer aspecto que destacó especialmente la alcaldesa de la ciudad, dado que, una vez cubierto el depósito, la superficie servirá para habilitar una «plaza del agua» de siete mil metros cuadrados con juegos, fuentes, cafetería, lavabos y espacios de sombra en el que se invertirán 800.000 euros.

La adjudicación de este proyecto permitiría iniciar las obras en junio, pero el ayuntamiento estudiará si retrasa los trabajos a septiembre para cumplir la ordenanza municipal y para que no cause molestias a los visitantes.

Al anunciar la adjudicación, la alcaldesa Diana Morant indicó que esta es la obra más importante del Plan Director del Alcantarillado de Gandia, que se aprobó hace 22 años, y que es «una de las noticias más importantes de la legislatura» y de las más demandadas por los vecinos, los comercios, la hostelería y los hoteles. Tras destacar que durante dos años generará cuarenta puestos de trabajo, concluyó que, «se trata de enterrar 6,4 millones de euros para dejar en el pasado las imágenes de la playa inundada».

Por su parte, Dionisio García alabó el papel de Gandia a la hora de asumir este tipo de inversiones que revierten en la ciudadanía y mejoran la calidad de vida. «No es una obra que quede en su totalidad a la vista, ya que gran parte de ella estará bajo tierra, pero es esencial para el desarrollo económico de la playa y para evitar muchos problemas». García también puso a la ciudad como «referente» en gestión hídrica, tanto en actuaciones de la red de alcantarillado como del suministro de agua potable, en la que fue pionera al implantar las plantas potabilizadoras para eliminar nitratos y otras sustancias nocivas, o con la más reciente telelectura de los contadores instalados en la toma de cada usuario.

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