Desde que el pasado mes de noviembre el Ministerio de Cultura anunció la concesión del Premio Cervantes para el poeta olivense Francisco Brines, no ha dejado de sobrevolar la posibilidad de que ese galardón, el más prestigioso que puede recibir un escritor en lengua castellana, se entregue en la misma ciudad de Oliva. Y, en ese caso, sería con una visita del rey Felipe VI, en su caso acompañado por la reina Letizia, porque es el jefe del Estado quien tradicionalmente se encarga de presidir el acto.

Pasado el tiempo, la posibilidad no solo no se ha desvanecido, sino que toma fuerza. Esta semana se ha hecho público que la entrega del Cervantes no será en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, donde tiene lugar tradicionalmente, porque la salud de Francisco Brines desaconseja que se desplace a esa ciudad madrileña.

En ese contexto, quedan varias posibilidades. Una sería que el rey y la reina renuncien a entregar presencialmente el galardón y que alguien en su nombre acuda a la residencia de Elca, donde vive Brines. Pero otra es que el acto, aun de forma muy restringida, tenga lugar, bien sea en un escenario de la ciudad de València o en su Oliva natal.

Fuentes consultadas por este periódico, entre ellas al propio alcalde de la localidad, David González, coinciden en señalar que a esta hora nadie ha anunciado la decisión, que recae en el Ministerio de Cultura y en la Casa de Su Majestad el Rey, y todavía menos se ha confirmado que vaya a ser en Oliva. Pero también todos reconocen que esa es una posibilidad que, de confirmarse, alegraría al poeta galardonado que, obviamente, es el auténtico protagonista de la entrega del Premio Cervantes.

Según señalan desde distintos organismos, no habría ningún problema en que los reyes acudieran a Oliva y que, acompañados por un número muy reducido de personas, entre ellas varias autoridades, presidieran la entrega. Pero se sabe que, de ocurrir, se anunciaría con muy poca antelación.

El ejemplo de Joan Margarit

Lo que sí queda claro es que este será el segundo año consecutivo en que el Cervantes no se entrega en la universidad de Alcalá de Henares. El año pasado, debido a la pandemia del coronavirus y a las medidas sanitarias para contenerlo, los reyes Felipe y Letizia optaron por desplazarse a Barcelona, donde, en el palacete Albéniz, entregaron el galardón al también poeta Joan Margarit. El autor de Estació de França agradeció el gesto. El acto tuvo que celebrarse en diciembre de 2020, casi un año después de que el premio se hiciera público, y apenas tres meses antes del fallecimiento del poeta.

Francisco Brines hace meses que no abandona su residencia de Elca, y fuentes consultadas señalan que la intención de todos los implicados es ajustar agendas para que reciba el Premio Cervantes de manos de alguna autoridad. Este acto se celebra habitualmente el 23 de abril, pero lo más probable es que este año también se retrase.