La Mancomunitat de Municipios de la Safor está impulsando un plan tendente a reducir los muchos problemas que causan las manadas de jabalíes que, cada vez con más frecuencia, invaden zonas rurales y urbanas, causando daños o accidentes de tráfico en las carreteras, algunos de ellos de gravedad.

Pero, aplicando la máxima de evitar el sufrimiento de los animales o su caza indiscriminada, la idea es instalar jaulas en puntos de tránsito de las manadas, capturarlos y llevarlos posteriormente a espacios de su hábitat natural, lo más alejados posible de los núcleos urbanos y de explotaciones agrícolas. Entre esos lugares están también las explotaciones cinegéticas, donde podrían ser cazados en batidas controladas. Solo en el caso de que el animal capturado esté enfermo, sería sacrificado para evitar infecciones.

El presidente de la Mancomunitat, Voro Femenía, remitió una carta a los alcaldes explicando el proyecto y, hasta el momento, han respondido, siempre afirmativamente, Miramar, l’Alqueria de la Comtessa, Bellreguard, Palmera y Potries. A la espera de que otros envíen su contestación, Femenía explica a este periódico que se trata de una inversión que rondaría los 110.000 euros anuales y que existen empresas interesadas en hacerse cargo del operativo. El presupuesto sería aportado por los ayuntamientos que finalmente se sumen al programa.

«Esta es una solución que nuestros agricultores piden urgentemente porque son muchos los problemas derivados de la masiva presencia de estos animales en los huertos», señala el presidente del ente comarcal, que calcula que se podrían atrapar más de doscientos animales al año que ahora reducen las cosechas, destrozan infraestructuras agrícolas e invaden carreteras, especialmente durante la noche.

El programa de control de los jabalíes se desarrollará en diferentes fases. En primer lugar, un estudio para determinar la mejor ubicación de las grandes jaulas, lógicamente con la intención de capturar aquellos animales en tránsito de la montaña a zonas urbanas o rurales. La Mancomunitat insistió ayer que estas trampas están diseñadas «cumpliendo la normativa de bienestar animal» y para que no se lesionen cuando entran en la misma.

En segundo lugar se realizaría un análisis veterinario de los animales capturados para determinar si sufren enfermedades infecciosas, como la peste porcina, la tuberculosis o el llamado mal de Aujesszky. Los que den positivo, pasarán directamente a ser sacrificados y los restantes se enviarán a zonas montañosas alejadas o a cotos en los que podrían ser cazados.

La idea es comenzar este programa en el momento en que se sume el número suficiente de ayuntamientos para cubrir el presupuesto.

Escasas capturas en la caza

Hasta el momento, el procedimiento que se ha aplicado en la Safor para reducir la masiva presencia de jabalís han sido las batidas controladas que, periódicamente, se llevan a cabo en municipios con elevada extensión de suelo forestal. Pero no es menos cierto que, de acuerdo con las explicaciones de los propios cazadores, los resultados no son lo suficientemente satisfactorios. En muchas de estas batidas apenas si se consiguen menos de diez piezas, y a veces ni eso.

Muchos de los jabalíes que deambulan por zonas cercanas a los cascos urbanos se esconden durante el día en los cañares de los ríos y barrancos, la mayoría de los cuales carecen de mantenimiento y de un plan de limpieza.