La «moda» de decorar rotondas con elementos propios de cada municipio no es nueva. Allí por donde se circula aparecen símbolos, carteles, grandes letras con el nombre del pueblo o esculturas que hacen referencia a su pasado o a su presente.
Pero en Villalonga se ha querido ir más allá y el ayuntamiento ejecutará próximamente la decoración de la rotonda de entrada al municipio, por la carretera de Gandia, con el diseño que ha ganado un vecino en un concurso público.
Se trata de Iván Escrivà Martí, un estudiante de ingeniería en diseño industrial, que además se lleva un premio en metálico de 300 euros, como figuraba en las bases del concurso convocado por el consistorio.
Evidentemente, más que el dinero la satisfacción para el ganador será ver su propia rotonda en Villalonga. Y es que, como explica el propio Escrivà, esa isleta contendrá muchos de los elementos definitorios de la localidad.
La parte central se podrán ver unas vías de ferrocarril, recuerdo de aquel «tren dels anglesos» que durante casi un siglo circuló desde el puerto de Gandia a Alcoi y cuya plataforma se prevé convertir en vía verde. Cuatro rampas hacia el perímetro de la rotonda tendrán elementos de cerámica que recuerdan el pasado de industrias de este tipo en Villalonga, hoy en evidente declive, así como cuatro jardines que rememoran la actividad agrícola, desde los olivos y algarrobos, propios del tiempo del secano, hasta el naranjo, predominante desde hace décadas, que corresponde al regadío. Los cántaros de fango repartidos por la rotonda simbolizan las numerosas fuentes de Villalonga, otro elemento muy característico.
