El Ayuntamiento de Gandia ha comenzado a diseñar un plan a largo plazo para mejorar el espacio urbano situado entre la ciudad y el Grau, especialmente a ambos lados de la vía del ferrocarril que conduce al puerto. La pretensión es facilitar su integración urbana y la «impermeabilización» de infraestructuras y accidentes naturales que atraviesan esa zona, como son la propia vía férrea o el cauce del barranco de Beniopa o Sant Nicolau.
Lo anunció ayer la alcaldesa de la ciudad, Diana Morant, durante una reunión con técnicos municipales, miembros del Gobierno local y una delegación de Renfe y de Adif, encabezada por Juan Carlos Fulgencio, coordinador del Plan Cercanías de la Comunitat Valenciana.
Es poco lo que se sabe de proyectos que aún están en fase muy incipiente y pendientes de muchos estudios y deliberaciones, pero tanto la alcaldesa Morant como Juan Carlos Fulgencio aportaron algunos detalles.
En primer lugar, el ayuntamiento, y eso ya se ha trasladado a la Diputació de València, estima que ahora es oportuno prolongar la carretera de la playa, también conocida como la Natzaret-Oliva, entre las rotondas de la Universitat y de Daimús, salvando tanto el barranco de Sant Nicolau como la vía férrea que llega al puerto. Ahí no hay más solución que optar por un puente sobre las vías o un túnel bajo las mismas.
Esa prolongación, aparentemente descartada por la diputación desde hace años, ahora se estima necesaria porque la idea del ayuntamiento es cerrar al tráfico rodado el entorno de la iglesia de Sant Nicolau, ahora que va a ser declarada Bien de Interés Cultural. En su entorno se pretende desarrollar un plan de peatonalización que, en parte financiará el departamento de Turismo del Gobierno español.
En segundo lugar, Renfe y Adif, y de ahí la visita de responsables de ambos organismos, estudian varias actuaciones en Gandia. Entre ellas, un plan de permeabilización de la vía férrea que discurre entre el polígono Alcodar y el apeadero del Grau con la finalidad de acabar con el enorme «efecto barrera» que ahora genera esa infraestructura.
Según Diana Morant, no hay nada detallado, sino que se trabaja en «repensar» proyectos que, además de mejorar su funcionalidad en el ámbito urbano, contribuirían a dar calidad en un espacio que actualmente presenta cierta imagen de degradación. De alguna manera estas actuaciones vendrían a cerrar la trama urbana entre Gandia y el Grau, potenciando una imagen de ciudad compacta de la que ahora carece.
Pero también se habló de actuaciones en el entorno de la estación de ferrocarril de Gandia, la del parque de l’Estació, donde no se descarta una reurbanización de la explanada situada ante el edificio para facilitar la movilidad de viajeros que llegan en tren y que tienen que tomar otros medios para alcanzar su destino final.
Un lugar técnicamente complejo
En este «rediseño» urbano de un espacio técnicamente complicado por la presencia de la carretera, la vía férrea y el barranco, Gandia piensa no solo en recursos propios, de la diputación y del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, sino también en los fondos europeos, denominados Netx Generation, pensados para invertir en actuaciones que contribuyan tanto a la recuperación de la economía tras la pandemia como a un cambio de modelo hacia la sostenibilidad que también afecta al transporte y a los desplazamientos urbanos.
Diana Morant, el vicealcalde Josep Alandete y Juan Carlos Fulgencio no solo mantuvieron una reunión con técnicos municipales, sino que posteriormente se desplazaron a diversos lugares, entre ellos la vía férrea que va del polígono Alcodar al Grau, para comprobar sobre el terreno hasta qué punto podrán llegar los proyectos que se desarrollen en un futuro, incluyendo, según dijo Fulgencio, la mejora del servicio del tren de Cercanías a València.
