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El arzobispado intenta evitar que se retire la estructura del Ecuménico de Oliva

Un juzgado de València suspende cautelarmente el pago de 2,3 millones para quitar la mole de hormigón

El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 4 de Valencia ha admitido la medida cautelar solicitada por el Arzobispado de València de suspensión del ingreso de 2.344.146 euros a las arcas del Ayuntamiento de Oliva para que éste ejecutara la demolición de la plataforma y estructura de hormigón en el solar municipal donde estaba proyectado el Templo Ecuménico.

El Arzobispado de València, que tendrá que poner un aval para garantizar el pago de ese dinero en el caso de que la justicia así lo determine, gana tiempo a la espera de que una sentencia definitiva concluya si abona la cantidad fijada para desmontar la estructura del Templo Ecuménico.

En el fondo, lo que Arzobispado de València pretende es que la justicia determine que no es necesario retirar el hormigón de la base, cimientos y pilares que allí se levantaron para construir el edificio proyectado.

Según señala la agencia de noticias del arzobispado, la devolución a su estado original de la parcela, de 25.000 metros cuadrados, «supondría un evidente perjuicio para el interés público, al perder el enriquecimiento generado por la mejora en el suelo de titularidad pública», por lo que solicitó suspender cautelarmente el decreto para que se lleve a cabo esa costosa operación.

En este litigio, que viene de lejos y que aún se prevé largo, el Arzobispado de València argumenta que el fundamento que impidió la completa ejecución del Centro Ecuménico «fue la rigidez de la Corporación Municipal de Oliva en el cumplimiento de los plazos inicialmente concedidos para su ejecución». En los terrenos sobre los que se inició la cimentación una vez iniciada la obra no se pudo realizar el proyecto original «debido a la excesiva humedad que daba lugar al terreno enfangado, teniendo que ser reconsiderada una nueva cimentación para implantar la estructura de grandes dimensiones, lo que retrasó los plazos previstos», añade el abogado de la Iglesia.

«El Arzobispado de Valencia ha elevado las consultas a expertos, quienes concluyen dos aspectos reseñables: que es aprovechable la situación actual por dar cabida a cualquier edificación, que supone de manera efectiva un ahorro para un nuevo promotor según los planes dados a conocer por la corporación a través de medios de comunicación y las consecuencias de carácter medioambiental, dado el alto impacto ecológico y huella de carbono que supondría la demolición de 28.000 toneladas, así como el desplazamiento correspondiente a estos residuos generados», concluye el arzobispado.

El Ayuntamiento de Oliva, en cambio, estima que el convenio que en su día firmó con la Fundación Tecsal, dirigida por el propio arzobispado, dejaba claro que el compromiso de cesión de la parcela en Oliva Nova era construir el Centro Ecuménico en el plazo previsto, algo que no se cumplió, y que, por lo tanto, el solar tenía que ser devuelto a municipio en su estado original.

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