Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Naranjas de la Safor conquistan el Perú

Una cooperativa de Oliva realiza el primer envío de cítricos de España al país andino gracias a las gestiones iniciadas por Anecoop

El gerente de la cooperativa Green Fruits, Jaime Torres, sostiene una caja de naranjas como las que viajaron hace un mes a Perú. | DANI MONLLOR

Las primeras naranjas consumidas en Perú procedentes de España son de la comarca de la Safor, y concretamente, de Oliva. El pasado martes, 4 de mayo, y tras 40 días de singladura por vía marítima, el contenedor llegó al puerto de Callao (Perú) desde el puerto de València. A la semana siguiente, el día 11, se realizó la inspección pertinente que permitía descargar la mercancía, y un día después la fruta se descargó para distribuirla en las tiendas y supermercados peruanos.

Se trata de algo más de 22.000 kilos de naranjas de la variedad «navel lane late», y un calibre de 3 a 4. Durante el trayecto se conservaron a una temperatura aproximada de 1º C (prácticamente hibernado), lo que permite a la fruta llegar en perfectas condiciones a su destino. Una vez inspeccionadas y descargadas se mantuvo la cadena de frío hasta el mismo punto de venta.

La operación fue todo un éxito, por lo que es probable que se siga explorando esta ruta comercial. La promotora de este envío es la cooperativa Anecoop. La mercancía fue confeccionada por su socia Green Fruits, con sede en Oliva, junto a la calle Sant Vicent.

Pero para abrir el mercado peruano a las exportaciones de cítricos (naranjas y mandarinas) y kakis de España han hecho falta tres años de negociaciones previas entre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación español y el Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (Senasa). A finales de 2020 se publicó el acuerdo para ambos productos y se abrieron las inscripciones para que las empresas (almacenes y parcelas) se dieran de alta en el registro de empresas autorizadas para exportar. Tras este proceso se inscribieron Green Fruits y la Cooperativa Vinícola de Llíria, además de la propia Anecoop.

Después, los inspectores peruanos viajaron a Oliva para ver «in situ» los campos. A partir de ahí, y debido al estallido de la pandemia de coronavirus, el resto de gestiones se hizo mediante videoconferencias. La cooperativa olivense ya había exportado a Brasil, y también tiene otras rutas exóticas, como Arabia Saudí y otros países de Oriente Medio. «Todos nuestros envíos pasan por un estricto control de calidad, pero con este, al ser el primero, se tuvo, más si cabe, un cuidado especial», señala el gerente de la cooperativa, Jaime Torres. Los requisitos que deben cumplir las naranjas españolas contrastan con la laxitud de controles a la importación desde Sudáfrica, por ejemplo. Si todo va bien, se preparará un nuevo cargamento hacia Perú, aunque ya será para la próxima temporada.

Satisfacción en Anecoop

En palabras del presidente de Anecoop, Alejandro Monzón, el envío de este contenedor supone «un primer paso, al que esperamos sigan muchos más, para abrir las producciones españolas y europeas a terceros países, venciendo poco a poco las barreras que dificultan la igualdad y la reciprocidad en las relaciones comerciales». Por su parte, el director general de Anecoop, Joan Mir, y el director comercial, Miguel Abril, coinciden en manifestar su «optimismo y satisfacción» al ser Anecoop y sus socios quienes han inaugurado esta nueva ruta comercial entre España y Perú, «y que haya sido con un producto tan representativo como la naranja». Asimismo, expresaron su agradecimiento a las personas artífices de este acontecimiento.

Anecoop exporta actualmente a 81 países. Europa es el principal destino de sus exportaciones con Francia a la cabeza, con más de 181.000 toneladas. En segundo lugar se sitúa el mercado nacional con 172.500 toneladas y tercero es Alemania, con 161.000 toneladas. Otros destinos son: Italia, Eslovaquia, Polonia, Reino Unido, República Checa, Hungría y Suecia.

Una temporada extraordinaria pese a la pandemia

Green Fruits es el resultado de la unión de las cooperativas de Gandia y Pego, y la SAT Novacitrus, de Oliva. Entre las tres suman 1.200 socios, 400 trabajadores y 6.000 hanegadas. La temporada pasada manipularon 68 millones de kilos. La pandemia apenas ha afectado al sector citrícola, al contrario, los pedidos y las exportaciones valencianas aumentaron ante la demanda de fruta para reforzar las defensas y prevenir enfermedades respiratorias. El sector alimentario cayó menos que la industria manufacturera o el conjunto de la economía.

Compartir el artículo

stats