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Dos rotondas y tres pasos de cebra para una CV-50 más segura en Tavernes

Varios técnicos visitan el municipio para concretar el proyecto

La confluencia de la travesía de la CV-50 con la calle Major de Tavernes de la Valldigna, donde se construirá una rotonda. | T. Á. C.

A falta de circunvalación, y mientras este proyecto va dando sus pasos, el Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna quiere que la carretera CV-50 que cruza el municipio, y por la que circulan cada día centenares de vehículos, sea lo menos problemática posible para sus vecinos y sus vecinas. Y eso pasa por llevar a cabo una serie de actuaciones enfocadas a «permeabilizar» esta vía, aumentar la fluidez para evitar los molestos atascos y rebajar los niveles de peligrosidad.

Desde hace ya más de dos años, tanto el consistorio como el departamento de Carreteras de la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad están trabajando en un proyecto para mejorar la travesía. De hecho, ya se hicieron algunas actuaciones, como la construcción de una rotonda a la entrada oeste del municipio, llegando por Alzira, o la mejora de algunos pasos de cebra con la habilitación de isletas.

Pero aún queda mucho más. Por eso técnicos de la Generalitat visitaron esta semana la localidad. Junto al alcalde, Sergi González, y al concejal de Urbanismo, Josep Llàcer, recorrieron los puntos donde se realizarán las distintas mejoras solicitadas.

El proyecto contempla dos actuaciones principales. La primera es la construcción de una rotonda en la entrada este, en el cruce entre la carretera y la calle Major. En este punto, Llàcer reconoce que «había discrepancias» entre el proyecto que presentó la Generalitat y las peticiones del ayuntamiento. Los técnicos de la administración autonómica rechazaban la rotonda y proponían alargar la mediana en el punto en el que se encuentra la Font dels Gitanos y prohibir el giro a la izquierda, es decir, hacia el sur de la localidad. Sin embargo, el consistorio consideraba que esta infraestrutura era necesaria «para permeabilizar el tráfico y que no se reste fluidez», indicaba a Levante-EMV el edil Llàcer. Finalmente, y fruto del diálogo, las dos administraciones han acordado que sea el ayuntamiento el que redacte el proyecto de la rotonda y que la Generalitat lo supervise cuando esté acabado.

Al margen de esta actuación, el proyecto contempla la mejora de varios pasos de peatones en la zona de Marjaletes y Sequers y la creación de otros tres nuevos en diferentes puntos de la travesía. El primero en la calle Alfàndec, donde, por cierto, ya se retiró en su día. El segundo en la zona del supermercado Mercadona, y el tercero frente a la Casa de la Cultura. En el caso de estos dos últimos se acompañarán, además, de semáforos para mejorar la seguridad de los viandantes debido, especialmente en el de la Casa de la Cultura, a la poca visibilidad que existe, al tratarse de una curva.

La intención del consistorio era que, como ha ocurrido en el cruce con la calle Barranc, los pasos de cebra se hicieran en isleta para mejorar la seguridad del peatón pero los técnicos de la Generalitat lo descartan.

Según explicó Llàcer, la Generalitat está preparando la licitación, que espera que se publique después del próximo verano. Los plazos que se manejan es que en la primavera del 2022 podrían adjudicarse las obras, para lo cual la Generalitat debe disponer de la partida presupuestaria, algo que desde el Gobierno local de Tavernes esperan que pueda hacerse realidad.

Otra cuestión que está pendiente es la construcción de otra rotonda en la entrada oeste, desde Alzira. Esta actuación está pendiente la expropiación de unos 400 metros cuadrados de una nave que antiguamente albergaba una empresa de fabricación de muebles. El ayuntamiento está en negociaciones con el actual propietario de esta instalación para poder avanzar en el proyecto.

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