Los familiares de los 62 represaliados del franquismo que están enterrados en una fosa común del cementerio de Gandia tienen una nueva oportunidad para que se hallen los cuerpos después de que, en una primera fase de los trabajos se rescataran restos de enterramientos ordinarios.
La Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática que dirige Rosa Pérez ha concedido al Ayuntamiento de Gandia una subvención de 38.000 euros para llevar a cabo una nueva fase de búsqueda de los cuerpos bajo el camposanto de la capital de la Safor.
En este caso, las labores se centrarán entre las líneas de nichos ubicadas en la parte izquierda del tramo final del cementerio gandiense, próximo a donde se hallaron los restos de enterramientos en la anterior excavación.
Se estima que los trabajos podrían empezar entre los meses de octubre y noviembre y desde el departamento de Memoria Democrática del Ayuntamiento de Gandia hay confianza en que esta vez sí pueda haber resultados positivos. «Esta búsqueda será importante», indicaba el concejal Nahuel González ayer a Levante-EMV. «Es el compromiso que la alcaldesa, Diana Morant, adquirió con las familias de las víctimas y vamos a mantener, el seguir buscando los cuerpos», indicaba González.
La subvención se reparte en dos partes, una para el año 2021 de 15.744 euros y otra para el ejercicio 2022 que asciende a 22.164, lo que suma el total de la cantidad que había solicitado el consistorio. Además de los trabajos de búsqueda, la cantidad también incluye el dinero para hacer frente a la exhumación de los cuerpos, como ha ocurrido en otras operaciones de este tipo.
El segundo punto de búsqueda
El lugar donde se intentará hallar los cuerpos es la segunda zona en la que se cree que se hallan enterrado. El lugar está basado en el testimonio del hijo de uno de los represaliados. Según lo explicó en su momento, al principio se creyó que se refería a una zona próxima a la actual entrada al camposanto. Tras realizar unas catas allí no se localizó nada, por lo que posteriormente se cayó en la cuenta de que en la época en la que se produjeron los fusilamientos y enterramientos en las fosas comunes la entrada al cementerio estaba justo en la otra parte, que es ahí donde se excavó el año pasado y donde se hallaron cuerpos, aunque en este caso no pertenecían a las personas fusiladas.
El proyecto de búsqueda de los cuerpos tiene la dificultad añadida de que están las hileras de nichos, lo que limita la labor a los pasillos que quedan entre una y otra, que es donde se centrará la nueva búsqueda de los cuerpos de los represaliados que se espera que se inicie a final de año.
