No por repetitiva, la imagen deja de ser llamativa. En pleno mes de julio, con toda la maquinaria turística en marcha, una tromba de agua ha vuelto a dejar sin parte de la playa a los vecinos y vecinas de la zona de la Goleta. Además, la avenida de la marina ha vuelto a inundarse. Los sistemas de alcantarillado no han sido capaces de absorber los 100 litros por metro cuadrado que han caido a lo largo de la noche y durante esta misma mañana en la costa vallera. Es el punto de la Comunitat Valenciana donde más ha llovido, seguido de Benifairó de la Valldigna, con casi 90.

Una vez más, el agua ha anegado la principal arteria del casco urbano de la costa vallera, lo que dificultaba la circulación de vehículos. Algunos, por miedo a quedarse tirados en medio de la balsa en la que se han convertido algunas zonas, han optado incluso por circular unos metros por encima de las aceras con los coches, con el peligro que ello conlleva.

Dos coches circulan por la avenida de la Marina de Tavernes anegada T. Á. C.

Otro de los efectos típicos de las tormentas en Tavernes es la desaparición de la arena de parte de la playa de la Goleta. En la misma zona en la que hace unas semanas los operarios de Costas depositaban una pequeña cantidad de arena para tratar de pasar el verano lo mejor posible. Sin embargo, ni siquiera ha sido posible acabar el mes de julio y lo más probable es que la zona ya no se recupere desde ahora hasta finales de agosto.

Al margen de los registros de Tavernes, otros puntos en los que ha llovido ha sido Gandia, con un máximo de 35 litros, Palma de Gandia, con 33 litros por metro cuadrado en la urbanización de Marxuquera, o Villalonga, con 21. En Oliva, las precipitaciones apenas han dejado 5,8 litros. Como consecuencia de las lluvias, las temperaturas se han desplomado hasta niveles otoñales, entorno a los 20 grados, con 17,9 en la zona de La Vistetat de Barx o 17,5 en la Falaguera.

La avenida de la Marina de la playa de Tavernes, de nuevo anegada T. Á. C.