Vanesa Moncho, vecina del Grau de Gandia, es la madre de Mateo, un niño de solo un mes de vida que la semana pasada fue salvado por la Policía Local después de que se atragantara.
El pasado jueves, madre e hijo se encontraban solos en casa acostados en la cama. Esa mañana Vanesa notó que algo iba mal. «Mateo es un niño muy tranquilo, que no llora, pero esa mañana lloraba muchísimo», explicó ayer en una conversación con Levante-EMV.
Pensando que era un simple dolor de barriga, la joven progenitora incorporó a su hijo quién en cuestión de segundos se quedó quieto, dejó de reaccionar y paró de respirar.
Moncho recuerda esos momentos con angustia. «Estaba completamente sola, porque mi marido se había ido a llevar a nuestro hijo mayor a la escoleta, con mi niño que no respiraba. Estaba desesperada».
En ese momento, la madre de Mateo salió corriendo de su casa del Grau pidiendo auxilio. Dos vecinas de la zona, María Casas y Celestina Corcoles, escucharon sus gritos de ayuda, acudieron al rescate del pequeño y llamaron inmediatamente al teléfono de emergencias. Solo unos minutos después el oficial de Policía Local, Rubén Torán, llegó y practico maniobras de reanimación con las que logró mantener las constantes del bebé y que volviera a respirar.
El niño tuvo un atragantamiento con mucosa y, según contaron los propios agentes, «al primer golpe, el neonato soltó mucosidad y en el segundo comenzó a llorar».
Los agentes policiales Noelia Santamaría, Raquel Manzano y José Castelles ayudaron al oficial Torán a limpiar las vías respiratorias. Después lo envolvieron para que entrara en calor, recuperara las constantes vitales y el color. Poco después, una ambulancia del Servicio de Atención Médico Urgente (SAMU) lo trasladó al hospital.
La madre asegura que fueron instantes muy duros pero «la rápida actuación de mis vecinas, los agentes y los sanitarios salvo a mi niño».
Mateo fue trasladado de urgencia al hospital comarcal Francesc de Borja, donde pasó 24 horas en observación. Por suerte, el trágico suceso tuvo un final feliz ya que, como bien explica su madre, Mateo ya está recuperado y no tiene, ni va a tener, ningún tipo de secuela física.
La rápida actuación de los agentes de la policía permitió que al niño no le faltara el oxigeno en ningún momento. Pese a todo, su madre confirma que ese día «todo jugó viento a favor de Mateo».
Vanesa no duda en resaltar el agradecimiento pleno que tiene hacia las personas que le ayudaron tanto a ella, como a su hijo, esa mañana. «Ni en diez años podría pagar lo que han hecho por mi niño. No tengo palabras suficientes, gracias a ellos mi hijo está vivo», aseguró en la conversación con este diario.
Al día siguiente, los agentes se volvieron acercar a la zona para preguntar a Celestina y María cómo estaba el pequeño Mateo, quien aún se encontraba bajo observación médica.
Por este motivo, Vanesa Moncho acudió ayer, junto a su familia a agradecer el trabajo de los policías. «Los tenemos, están aquí para nosotros, y debemos reconocer su trabajo. Los cuerpos de seguridad no solo ponen multas, son mucho más», concluyó Vanesa emocionada.
Primeros auxilios salvaron la vida de Mateo
Muchos de los agentes de Policía Local del municipio de Gandia están preparados para realizar primero auxilios, incluso en niños y niñas pequeños. Sin embargo, actuaciones como las de Mateo, con solo un mes de vida, son muy poco comunes y tienen una gran complejidad.
Vanesa Moncho relató cómo los policías aseguraron que nunca habían tenido que salvar a un bebé tan pequeño. La madre puso en valor la importancia de los conocimientos en primeros auxilios. «Todos deberíamos estar preparados para estas situaciones y conocer el manual de primeros auxilios»
