Un vendaval se desató ayer en la playa de Gandia, donde las fuertes rachas de viento llegaron incluso a derribar la noria permanente instalada en la ciudad. En las imágenes de la playa se observa cómo los bañistas, sorprendidos por el intenso viento y una especie de tormenta de arena, se afanan por evitar ser arrastrados hasta el mar e impedir que las rachas les arrebatasen sus cosas.