Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El rescate del río Vaca

La Confederación del Júcar invierte un millón de euros en la erradicación de cañas y flora invasora, lo que ha permitido mejorar la calidad ambiental del cauce en Simat, Benifairó y Tavernes

El cauce del río Vaca, a su paso por Benifairó de la Valldigna, durante las labores para erradicar la caña y recuperar flora de ribera. | LEVANTE-EMV

La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha pasado de no responder o no atender a las peticiones para la retirada de cañas en los ríos valencianos a invertir importantes sumas de dinero en esa acción, lo que está demostrando, como aseveraban los técnicos, que se produce una considerable mejora ambiental.

Las labores de control de la brigada forestal de la Valldigna. levante-emv

En una de esas actuaciones la CHJ ha destinado más de un millón de euros para la erradicación de la caña invasora en el río Vaca, en los términos municipales de Benifairó, Simat y Tavernes de la Valldigna. La actuación de restauración, que sigue en marcha, comprende la eliminación de la caña exótica y la recuperación del bosque de ribera autóctono.

Las obras se iniciaron en otoño de 2019, con un primer tramo de cerca de un kilómetro comprendido entre los términos municipales de Benifairó y Simat. Posteriormente se fue ampliando durante 2021 en otros dos tramos entre Benifairó y Tavernes, hasta sumar un total de cerca de tres kilómetros y una superficie aproximada de cuatro hectáreas de cauce restaurado.

Los trabajos han consistido, en una primera fase, en la eliminación de los cañaverales mediante el desbroce y triturado mecánico de la parte aérea de la caña. Seguidamente se cubre el terreno con telas geotextiles opacas, que evitan que pase la luz para que el rizoma se agote y no vuelva a brotar nuevas cañas. Este geotextil permanecerá al menos 18 meses.

Transcurrido este periodo se procede a ejecutar la segunda fase, con la retirada de las coberturas y plantación de especies de ribera autóctonas. Este proyecto se enmarca dentro de los acuerdos de colaboración entre la Confederación Hidrográfica del Júcar y los Ayuntamientos de Benifairó, Simat y Tavernes de la Valldigna, en el cual la CHJ ejecuta la actuación y los ayuntamientos se encargan del mantenimiento futuro para que la caña no rebrote.

En estos momentos se encuentra la práctica totalidad de la actuación con las coberturas opacas colocadas, excepto un pequeño tramo donde ya se han realizado plantaciones por parte de la Mancomunitat de la Valldigna. Durante este otoño está previsto plantar árboles de ribera en la totalidad del tramo gracias a un acuerdo de colaboración con la Generalitat.

Problemática de la caña invasora

La CHJ ha señalado que según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la caña invasora o Arundo Donax, es una de las más peligrosas y nocivas plantas alóctonas invasoras a escala mundial, por lo que forma parte de la lista de las 100 peores especies biológicas invasoras del Grupo de Especialistas sobre Especies Invasoras (ISSG). Entre sus impactos negativos sobre el medio natural, se pueden destacar el desplazamiento de la vegetación nativa, que provoca un empobrecimiento del hábitat para la fauna terrestre asociada, la disminución de la capacidad de desagüe de ríos y canales al taponar y reducir los cauces con sus sedimentos, la propagación de los incendios cuando se producen y la reducción de los recursos hídricos en zonas áridas. Todo ello acelera un cambio en el paisaje, que también queda alterado con efectos negativos.

«Gracias a esta eliminación de la caña y su sustitución por los bosques de ribera se tiene una menor exposición a los incendios forestales y se mejora tanto la calidad del agua como el comportamiento hidrológico de los ríos. También se consiguen mejoras en la biodiversidad del río de tal forma que se convierten en corredores ecológicos de fauna y flora», señalan los técnicos de la CHJ.

Compartir el artículo

stats