El cementerio municipal de Oliva dispondrá, previsiblemente antes de la fiesta de Todos los Santos, del memorial de las víctimas del franquismo que han impulsado el ayuntamiento y la Associació de Represaliats i Represaliades del Franquisme d’Oliva (ARFO). El conjunto ha sido concebido por el arquitecto José Colomar, y se perfila como uno de los más bellos y expresivos de los que, en los últimos años, se han levantado a lo largo y ancho de la Comunitat Valenciana.
Este mismo lunes se han iniciado las obras, que costará unos 18.000 euros y que financia íntegramente el ayuntamiento. Con esta acción Oliva completa el reconocimiento público a todas las víctimas de la guerra civil y de la represión que se produjo a partir de ese periodo.
Como en su día publicó este periódico, con este monumento el arquitecto Colomar, siguiendo las instrucciones de ARFO, ha querido erigir un símbolo permanente que transmita a la sociedad la idea de la democracia, de la cultura y de la paz.
El memorial que ahora empieza a tomar forma en el cementerio quedará formado por un muro de acero que simboliza la fortaleza de las convicciones democráticas y recuerda los paredones de fusilamiento. El metal estará oxidado, trasladando así tanto la idea de lo mucho que se ha tenido que esperar para que la Administración reconozca a las víctimas como la sangre derramada en la represión.
La base del memorial estará formado por una recreación de las fosas comunes en las que fueron enterradas las víctimas, con piedras blancas que simbolizan la cal viva que les cubrió. Los nombres de los olivenses represaliados se inscribirán en una plancha, y sus letras se ordenarán en forma de escalera hacia una ventana que simboliza la luz. A poca distancia se plantará un olivo, símbolo de permanencia, cultura y paz. El árbol arraigará sobre unos puñados de tierra recogidos en los cementerios de Paterna, Gandia y Sueca, donde se fusiló a los olivenses a quienes se rinde homenaje.
El concejal de Memoria Democràtica, Josep Escrivà, y los arquitectos Vicent Mayans y José Colomar, asistieron el lunes al inicio de los trabajos, que supervisarán en los próximos días.
El concejal Escrivà señaló que ahora se hace justicia tras cuarenta años de reivindicación por parte de los familiares de los represaliados y que así Oliva« «da un gran paso hacia la calidad democrática y la tolerancia».
También Teresa Llopis, presidenta de ARFO, ha mostrado su satisfacción por el inicio de las obras de un monumento que contribuirá a cerrar con dignidad y respeto el agravio que aún hoy sufren los herederos de quienes pagaron su vida la defensa de la democracia.
