A finales del año 2018, la Unesco puso en valor la excepcionalidad de las construcciones de piedra en seco, tradicionales en zonas rurales y que se construyeron sin ningún tipo de unión entre las rocas que las componen, inscribiéndolos en su Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Este tipo de construcciones se pueden encontrar en diversos puntos de la geografía de la Comunitat Valenciana, debido a que son características de la zona del mediterráneo.
Por este motivo, la Generalitat Valenciana trabaja, desde entonces, por su conservación otorgando subvenciones para que los municipios puedan realizar esta labor.
En la comarca de la Safor, el Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna se encuentra actualmente trabajando para conseguir la ayuda. El concejal de Patrimonio, Juventud y Transparencia, Miquel Tur, aseguró en este diario que «gracias a ella podremos realizar un catálogo final donde se registraran los monumentos de piedra seca, y proteger, recuperar y mantener esas construcciones», explicó Tur.
El primer paso para conseguir esta subvención, y que ya se está llevando a cabo, es la realización de un estudio de campo que permita localizar las estructuras de piedra. Para ello, el edil visitó diversas zonas con los geógrafos Domingo Pérez y Llorenç Gregori, y el arqueólogo Paco Tordera.
El geólogo Llorenç Gregori, uno de los responsables de este proyecto, explicó en una conversación con Levante-EMV que estos monumentos se caracterizan por «ser construcción sin ningún tipo de amalgama que mantenga unidas sus piedras, sino que lo hacen con su propio peso».
En el termino municipal, tanto Tur como Gregori aseguraron que se pueden encontrar varios monumentos de este tipo, como construcciones de uso agrícola, barracas que se utilizaban para refugiarse, pequeños corrales que se realizaban aprovechando las cavidades de las cuevas, fuentes, neveras, pozos de nieve, sendas e, incluso, un puente.
No obstante, el geólogo asegura que de los aproximadamente 60 monumentos que hay en Tavernes, «habrá que estudiar cuales sirven, y cuales no, para adherirse a esta subvención». Y, aunque el número puede variar debido a que el estudio aún es preliminar, estima que entre 30 y 40 entrarán seguro en el catálogo final.
Por último, el concejal de Patrimonio, Miquel Tur, aseguró que la importancia de esta subvención está en «sacar a la luz y proteger todo este patrimonio inmaterial del municipio que ahora mismo se encuentra perdido y escondido».
