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Las ayudas oficiales intentan paliar el enorme déficit en la ITV de edificios antiguos de Gandia

Cientos de edificios están pendientes de cumplir el trámite

Edificios de más de cincuenta años de antigüedad en la plaza El·líptica de Gandia. ximo ferri | LEVANTE-EMV

Que cada vez haya más comunidades de propietarios de Gandia que solicitan y realizan el Informe de Evaluación de Edificios (IEE) es, sin duda, una muy buena noticia. La mala es que, al mismo tiempo, cientos de inmuebles de esta ciudad sigan tachados de rojo en el mapa de la trama urbana porque, pese a tener más de 50 años, carecen esa «ITV» que, como ocurre en los coches, permite detectar con antelación problemas estructurales y, obviamente, acometerlos y subsanarlos para garantizar la seguridad de las viviendas.

Una reunión de los Administradores de Fincas en Gandia.

El accidente ocurrido en la playa de Peñíscola, con el irreparable balance de dos personas fallecidas, pone de actualidad un proceso, de obligado cumplimiento en muchísimos edificios, que, pese a todo, está muy poco extendido.

Precisamente en Gandia el pasado mes de julio el Gobierno local aprobó un paquete de ayudas de 14.989 euros destinado a familias o comunidades de propietarios que se han acogido a una línea de subvenciones para pagar una parte de lo que cuesta elaborar el informe. En total, y gracias a esta acción destinada a impulsar el proceso de las ITV de edificios antiguos, con estas ayudas se revisarán 21 bloques, algunos de ellos con una antigüedad que supera los sesenta años.

Esta contribución es fruto de un acuerdo que hace unos años firmaron y han venido renovando el consistorio gandiense y el Colegio de Administradores de Fincas de Valencia, y, según datos recabados por este periódico, ha permitido incrementar de forma considerable las revisiones inmobiliarias. No solo porque unas pocas comunidades de vecinos han conseguido una ayuda del ayuntamiento o de la Conselleria de Vivienda de la Generalitat, sino también porque se está extendiendo la cultura y la convicción de que, cuando las estructuras van cumpliendo muchos años, lo conveniente es realizar una revisión de su estado.

De forma general puede afirmarse que muchos accidentes causados por los derrumbes totales o parciales de edificios se pueden evitar si, periódicamente, un técnico revisa la estructura y, en si es el caso, se adoptan las obras necesarias para reforzar el bloque. Además de ayudas para realizar la ITV, la Generalitat también tiene líneas abiertas para financiar una parte de las reformas en edificios que presentan algún grado de degradación o sufren problemas estructurales.

El delegado del Colegio de Administradores de Fincas en la Safor, Juan Escrivà, señaló ayer mismo a este periódico que, lentamente, se toma conciencia de lo importante que es disponer del IEE, y añadió que al menos en los dos últimos años se ha duplicado la cifra de informes realizados con respecto al ejercicio anterior.

Pese a eso, el mapa de Gandia elaborado por la Generalitat sobre los edificios revisados en los últimos años resulta desolador. Tanto en la ciudad como en la playa y en urbanizaciones diseminadas, el color rojo domina, y esa tonalidad es la que indica que hay estructuras que requieren el informe y que no ha sido realizado. Peor aún, en casi un centenar de casos los técnicos ya han emitido el diagnóstico, que ha concluido con la necesidad de realizar actuaciones, y, pese a eso, aún no se han acometido. El problema no es solo en Gandia. La misma situación se puede apreciar en otros muchos municipios a lo largo y ancho de la Comunitat Valenciana.

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