Los graves daños que está causando la plaga del «cotonet» en la citricultura valenciana ha llevado a algunos ayuntamientos a ingeniar y ejecutar su propia estrategia para buscar la máxima eficacia en la lucha contra el insecto que la provoca, y en eso Xeresa se ha situado en un lugar destacado
El departamento municipal de Agricultura incluso ha implicado a los propietarios de naranjales para que contribuyan en esas acciones, lo que ha permitido que, ayer mismo, se soltaran en distintos puntos del término municipal entre 20.000 y 25.000 ejemplares de «cyrptolaemus montrouzieri», un coleóptero depredador del «cotonet» que se ha unido a la lucha biológica contra plaga.
Tomàs Daviu, concejal de Agricultura, explicó ayer a este periódico que hace un mes el ayuntamiento ya invirtió tres mil euros en la suelta de 15.000 ejemplares, una acción que ha dado muy buen resultado gracias a que la zona agrícola de Xeresa forma una especie de semicírculo abierto hacia el este, de manera que es más fácil combatir el «cotonet» y evitar que el insecto maligno llegue desde zonas colindantes. De hecho, los técnicos han detectado que muchos de los «cyrptolaemus montrouzieri» soltados entonces han logrado reproducirse, de manera que ya es una segunda generación la que se está comiendo al causante del «cotonet».
Paralelamente, el consistorio llevó a cabo una serie de charlas entre los agricultores para concienciar sobre la necesidad de aunar esfuerzos y apostar claramente por métodos biológicos en vez de regresar a los productos químicos que, en el pasado, tanto daño hicieron al medio ambiente. «No estamos en la época de volver a maltratar el ecosistema», explicó ayer Tomàs Daviu, quien añade que el ayuntamiento también se ha puesto en contacto con empresas especializadas en la introducción de insectos devoradores de plagas, como ocurrió con la mosca del Mediterráneo.
Fruto de las acciones conjuntas es la suelta de la tarde de ayer, con entre 20.000 y 25.000 ejemplares de «cyrptolaemus montrouzieri» en el término, con el aporte de dos mil euros por parte del ayuntamiento y otros dos mil por los agricultores.
En el momento propicio
Para dejar el insecto y propiciar su expansión, los técnicos recomiendan que la suelta se haga en la parte alta del término, dado que así es más sencillo que, en su actividad biológica, el «cyrptolaemus montrouzieri» vaya descendiendo y cubra la mayor parte de la superficie agrícola de Xeresa.
Los técnicos estiman que esta suelta es muy importante porque si ahora el insecto se come al «cotonet» un eventual descenso de las temperaturas, como es previsible a partir de ahora, dificultaría la reproducción de la plaga.
Tomàs Daviu indica que este tipo de actuaciones cuentan con el aval técnico de la Conselleria de Agricultura, que también está propiciando la lucha biológica al «cotonet» en todas las zonas donde se ha detectado la temible plaga. Sin salir de la Safor, también Oliva, e igualmente en acciones coordinadas por el ayuntamiento los agricultores y la Generalitat, estuvo entre las primeras zonas de la Comunitat Valenciana en experimentar con los insectos devoradores de plagas para fomentar los métodos biológicos.
