El alcalde de Gandia, José Manuel Prieto, seguirá las políticas que dirigió su antecesora, Diana Morant, en el sentido de que la ciudad mantenga su liderazgo estratégico, lo que ya se viene denominando como Gandia capital, en el año y medio que le queda de gestión hasta las próximas elecciones.
Pero, al mismo tiempo, y eso es una novedad, ha ordenado a los concejales de su gobierno que miren mucho por el día a día, por esas cosas que los ciudadanos aprecian con más facilidad. La baldosa que se ha roto, la farola que está a punto de caer, el contenedor roto o rebosante o aquel parque infantil que requiere reparaciones. Eso que, más allá de que Gandia sea o no capital, podría denominarse la «chapa y pintura» que una urbe como esta requiere de forma constante.
Lo dijo ayer el alcalde en la primera comparecencia conjunta ante los representantes de los medios de comunicación locales que tuvo lugar, con desayuno incluido, en el jardín de la Casa de la Marquesa. En los dos meses que lleva en el cargo, Prieto ha podido mantener un sinfín de encuentros y reuniones, la mayoría con dirigentes de todo tipo de asociaciones, y es ahora, escuchados todos, cuando ha decidido trasladar, primero a los portavoces de todos los partidos y después a los medios de comunicación, las líneas estratégicas de lo que queda de legislatura.
Brigada de inspección diaria
Así, Prieto anunció la creación de una brigada de inspección que, diariamente, se encargará de detectar y reparar cuantos desperfectos o necesidades se detecten en las calles. La intención es responder a las demandas de mantenimiento que la ciudadanía traslada, y para ello también se implementará la partida económica de una labor que, según añadió el alcalde, pasa a ser prioritaria. «Calidad y confortabilidad urbana también es salud», señaló justo antes de anunciar que un grupo de 14 personas ya ha sido contratado para llevar a cabo esas labores y que antes de que acabe el año otros dos equipos de operarios se sumarán a ese objetivo.
La otra gran prioridad transmitida durante el desayuno de ayer fue la de sumar toda la potencia del ayuntamiento a la de otras administraciones para conseguir la recuperación económica, social y emocional tras el terremoto que, en todos esos ámbitos, la pandemia del covid-19 ha causado. La estrategia en ese aspecto será a corto, medio y largo plazo. Entre lo más inmediato, el Gobierno de Gandia ya trabaja para que el presupuesto de 2022 se apruebe en diciembre, de manera que las inversiones que incluya puedan ejecutarse inmediatamente. «Todo con rigor y orden económico», añadió Prieto, para no salirse del carril que conduce a la reducción paulatina de la deuda municipal, una losa que, con la última buena noticia del Ministerio de Hacienda, se prolongará hasta el año 2044.
Referente sociosanitario
En esta apertura del curso, el alcalde socialista recordó que, entre todas las administraciones, Gandia va a recibir la inversión de 90 millones de euros, incluyendo el Palacio de Justicia, el Centro Sociosanitario de Roís de Corella o las obras del Edificant en colegios e institutos públicos. Pero además recordó que ya están en camino actuaciones como el futuro pabellón de la zona universitaria o esa también gran apuesta municipal de atraer capital privado para que Gandia se convierta en un referente de la innovación la investigación y la atención sociosanitaria, especialmente con el Distrito Digital que la Generalitat, el ayuntamiento, otros organismos públicos y sector empresarial están impulsando.
Respecto a sus actuaciones más inmediatas, el alcalde de Gandia, que compareció en solitario, anunció que este septiembre abrirá la piscina del Grau, ahora con gestión municipal, y habló de «un nuevo Grau» con las obras previstas para integrar a la zona urbana la explanada de los tinglados del puerto y los proyectos en la avenida del Grau, el entorno de la iglesia de Sant Nicolau y la avenida de la Pau.
También dentro de unos días constituirá el Consell de l’Any Jubilar de Sant Francesc de Borja para sumarse a las actuaciones de la Iglesia y para aprovechar este acontecimiento para el inicio de las obras del Plan Director de la Colegiata, que requiere mucho dinero para detener su degradación arquitectónica.
Otro seminario para coordinar el «Gobierno de las discrepancias»
Cuando al alcalde de Gandia se le pregunta si cree que el Pacte del Serpis acabará la legislatura, no duda ni un segundo en responder que sí. José Manuel Prieto tampoco oculta que su partido, el PSPV-PSOE, y la coalición Compromís Més Gandia Unida tienen diferencias políticas, pero añade que eso, en vez de suponer una debilidad a la hora de afrontar la gestión en el ayuntamiento, supone «una fortaleza». Porque desde que fue investido en el cargo el alcalde de la ciudad ha expresado en varias ocasiones que este es el gobierno «de las discrepancias pactadas», es decir, que los dos socios asumen que son distintos y que, cuando surja un roce ambos deben, «saber pactar para ir juntos con una misma voz». Para que esa voz no derive en gritos, los concejales del gobierno se reunirán en otro seminario de trabajo que tendrá lugar el jueves de la semana próxima.
