Solo uno de los ocho informes técnicos elaborados hasta el momento por el Ayuntamiento de Gandia y la Generalitat considera «incompatible» la construcción en la playa de Gandia del cámping de lujo, o «glámping», que la promotora Sunny Resort ha presentado a la Generalitat. Ese informe es el redactado por el departamento municipal de Medio Natural, que considera que no se puede tolerar una obra así porque afectaría «de forma notable» al circundante ecosistema del Marjal de la Safor.
El resto de los estudios no resuelven en ningún momento que el glámping no se pueda hacer, pero sí apuntan a modificaciones y añadidos que se deberían tener en cuenta en el caso de que finalmente se autorice. En algún caso, como los de Turismo y Comercio, los técnicos estiman abiertamente que este proyecto sería positivo para la ciudad, destacando, entre otros aspectos, la creación de puestos de trabajo, entre 70 y 80, y el impulso que daría a Gandia como destino turístico.
El más extenso y pormenorizado de los documentos ha sido realizado por dos expertos del departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Gandia que, efectivamente, enumera las principales modificaciones que el proyecto tendría que contemplar para ser autorizado. En primer lugar, señala que de los 188.707 metros cuadrados que abarca la actuación, 15.246 están calificados como Suelo No Urbanizable de Protección y, por lo tanto, se deben excluir de cualquier modificación o alteración porque forman parte de la zona húmeda del marjal. El resto de la superficie, 173.461 metros cuadrados, es suelo No Urbanizable Común, y ahí sí que se podría actuar, aunque sea con muchos condicionantes.
Así, el informe de Urbanismo apunta que deben adoptarse medidas que contemplen el elevado riesgo de inundación de una parcela que también está condicionada por el Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral (Pativel).
Entre muchos otros planteamientos, los técnicos señalan que la empresa promotora no podría tomar agua del subsuelo ni tampoco verter en ese lugar caudales depurados. La alternativa más razonable, como señala el documento, sería llevar a cabo dos conexiones a las redes públicas, una a la del agua potable de Gandia y otra al colector general de aguas residuales de la playa que desemboca en la depuradora comarcal de la Safor-Sur. En ese mismo sentido, otro informe municipal apunta que no habría problema alguno en suministrar el agua potable que el glámping requeriría para atender la capacidad de la instalación, que alcanza las mil personas.
El tráfico ocupa muchos apartados en varios de los informes técnicos, pero el departamento de Movilidad de Gandia llevó a cabo un estudio específico. Aquí se señala la necesidad de mejorar los accesos para evitar el colapso de la zona, especialmente cuando el glámping presente una alta ocupación y coincida con los meses del verano, cuando la playa ya sufre de retenciones en el tráfico rodado. Esas obras también tendrían que correr a cuenta de la empresa promotora.
El cámping de lujo se ha proyectado en el espacio situado entre l’Alqueria del Duc y el área industrial de Cartonajes Unión, y ahí sería necesario tener en cuenta tanto la posible afección sobre el Bien de Interés Cultural que es ese edificio histórico como la necesidad de llevar a cabo estudios arqueológicos en la zona que, obviamente, deberían ser previos a cualquier movimiento de tierras. Ese documento tampoco ve incompatible el cámping.
En cualquier caso, aún faltan otros informes, y se estima que serán fundamentales los que emitan los departamentos de Territorio y Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana. Al final quien debe señalar si es posible el cámping, y en qué condiciones, es el departamento autonómico de Política Territorial.
El Gobierno de Gandia, como informó el jueves este periódico, se ha limitado a remitir esos informes técnicos para que queden incluidos en el expediente de la Declaración de Interés Comunitario (DIC) que se está tramitando.
