Los elementos fijos y móviles del servicio Saforbici, que permite disponer de bicicletas urbanas en Gandia para desplazamientos en toda la ciudad, sigue sin arrancar por un inexplicable e imparable vandalismo que sigue generando mucha sorpresa e indignación.
Los usuarios que aún resisten a pesar de las muchas deficiencias, saben bien lo que es llegar a una base y no encontrar vehículos, o no poder sacarlos por desperfectos en los anclajes.
Además, se da la paradoja de muchos jóvenes que, sin ocultar su actitud, incumplen las normas básicas de Saforbici. Dos o más personas encima de una bicicleta o un trato impropio y desconsiderado de un elemento que debería ser respetado por todos constituyen una imagen absolutamente habitual.
Por ese motivo, la pasada semana el concejal de Seguridad y Tráfico, Nacho Arnau, mantuvo una reunión con responsables de la empresa que gestiona el servicio y con mandos de la Policía Nacional para estudiar más contundencia en la investigación y en la persecución de estas acciones que casi nadie entiende y que acaban por imposibilitar que en esta ciudad funcione un servicio que muchos desean y cuidan.