El conductor de un camión que circulaba por la ronda de la N-332 en Gandia evitó, en la mañana de ayer, una colisión frontal con un turismo que habría podido ser fatal para el ocupante de este último vehículo. La particularidad del caso es que, según apunta la Policía, se trataba de un kamikaze que llevó a cabo intencionadamente la acción de lanzar su coche contra el camión.
Los hechos sucedieron poco después de las 6 de la mañana cuando el turismo se situó en el carril contrario, de cara a un camión que circulaba por la ronda de la N-332 en Gandia. Al observar la maniobra, el conductor del vehículo pesado se desvió ligeramente de su ruta, tratando de evitar el choque, pero observó que el turismo seguía buscando su trayectoria, incluso incrementando la velocidad. Afortunadamente la pericia del camionero propició que la colisión fuese lateral, causando daños en ambos vehículos pero sin consecuencias graves para ninguno de los ocupantes.
Al quedar los dos vehículos en medio de la carretera, un agente de la Policía Nacional franco de servicio que circulaba por ese lugar detuvo su vehículo y acudió inmediatamente a atender al conductor del turismo, que no llevaba puesto en cinturón de seguridad, observando que, al bajar, intentaba abalanzarse contra otros vehículos que circulaban con la carretera en actitud suicida. Esa impresión quedó totalmente corroborada cuando el hombre expresó al agente de la policía: «no quiero vivir, quiero suicidarme», lo que llevó a ser reducido en ese mismo lugar para evitar que cumpliera su objetivo.
Advertidos los servicios de emergencia a través del teléfono 112, hasta el punto del incidente se personaron agentes de la Guardia Civil de Tráfico, de la Policía Local de Gandia y una ambulancia, que trasladó al conductor del turismo, que además estaba detenido, hasta el hospital comarcal Francesc de Borja de Gandia, donde fue atendido por profesionales.
