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90 años flotando en la historia de Gandia

Una representación de entrenadores, nadadores, padres y directivos del Natació i Esports repasa la trayectoria de la entidad y desgrana anécdotas en un coloquio organizado el jueves en la Casa de la Cultura con motivo de la efeméride

Arriba, participantes en el coloquio, moderado por el periodista Salva Talens, y debajo el público asistente, el jueves pasado. | JOSÉ METOLA

La Casa de la Cultura de Gandia acogió el jueves pasado un coloquio organizado por el Natació i Esports Gandia, dentro de los actos previstos por el club para conmemorar los 90 años de natación en la ciudad. En la mesa, en la que se repasaron en un tono cordial diversas anécdotas, intervinieron Juan Carlos Almiñana y Laura Esteban, los primeros nadadores del club en bajar de un minuto en los 100 metros libres, además de dos entrenadores, uno en los años 80, Xavier Merí, y otro desde hace 31 años y hasta la actualidad, Eduardo Planas. Por su parte, Gracia Varó aportó el punto de vista de una madre, en este caso de la olímpica Lydia Morant, actual concejala de Deportes, también presente entre el público, al igual que la presidenta, Pilar Martí.

90 años flotando en la historia de Gandia

El acto estuvo moderado por el periodista de Levante-EMV Salva Talens, quien destacó lo insólito y la solera que supone para Gandia y para toda la Comunitat Valenciana que un club deportivo cumpla cerca de 90 años de existencia, y que lo haga manteniendo una competición de primer nivel, con la presencia en campeonatos de España de sus deportistas en prácticamente todas las categorías, temporada tras temporada.

La tertulia la abrió Xavier Merí, que aportó algunos apuntes históricos. Merí recordó que el origen de la natación en Gandia se puede fijar el 26 de julio de 1931, cuando se celebró por primera vez la travesía a nado en el puerto. Fue un evento que organizó un grupo de estudiantes universitarios, el mismo que, dos años después, en 1933, crearían el Club Natación y Sports, cuyo primer presidente fue Damià Català. «El club no se limitó a la natación, ante la casi exclusividad del fútbol, trató de llenar el vacío existente en Gandia con otras disciplinas, como el atletismo, el baloncesto, o el boxeo, que estaba de moda en la época», señaló.

Merí incidió en que la reivindicación de una piscina ya estaba en el ADN del club, porque la entidad nació sin tener esta infraestructura a su alcance, con los jóvenes entrenando en el puerto gran parte del año, «y a veces se cruzaban barcas... ¡y barcos!». Después, encontraron una balsa de riego de 20 por 20 metros en l’Ereta del Carbó. En los años 60 nadaron en una piscina del Cámping Caudeli, en Xeresa, y en 1975, por fin, acudieron a una piscina en condiciones, que la iniciativa privada construyó en el patio interior de una finca en el paseo de les Germanies, cerca del antiguo hospital. Hasta bien entrados los años 80 no hubo una piscina pública, la actual convertible del polideportivo.

Por otra parte, Merí destacó que el NiE fue el primero en incorporar a la mujer al deporte en Gandia, y alabó la figura de José María Ángel, «Pitet», porque después del triste paréntesis de la Guerra Civil rehizo el club, lo que supuso una segunda refundación o impulso a la veterana entidad.

Eduardo Planas se centró en el papel del entrenador. «Es un deporte exigente, pero acaba enganchando y en el club se tejen unas relaciones de amistad prácticamente para toda la vida». Abundó en la dificultad que sigue representando no tener una piscina olímpica de 50 metros, una lucha por la que ha peleado el club, incluso protestando con camisetas reivindicativas en el trofeo social.

Por su parte, Gracia Varó reconoció que fue muy acertado apuntar en su día a sus dos hijos al NiE. «Como otros padres, lo hicimos sin más pretensión de que adoptaran un estilo de vida saludable, sin presionar, y aunque ayudamos a Lydia a seguir en el centro de alto rendimiento de Cheste, nunca me hubiera imaginado que llegaría a ser olímpica».

Añadió que, como padres, la natación les ha aportado más del sacrificio que les ha supuesto. Laura Esteban, de 37 años y nadadora en el club desde los 8 años, apuntó que en su condición de maestra de Primaria siempre está animando a sus alumnos a practicar deporte, especialmente bajo el paraguas de un club. Y en similares términos se pronunció Juan Carlos Almiñana, quien apuntó que «gracias al club ahora soy maestro de Educación Física».

En el coloquio también se ensalzó la gesta de los tres olímpicos que ha dado el NiE Gandia; Enrique Melo (Múnich 1972), Ramón Camallonga (Seúl 1988 y Barcelona 92) y Lydia Morant, que estuvo en Pekín 2008 y en Londres 2012. El acto, en el que se cumplió el protocolo anticovid, acabó con un vino de honor servido en el jardín.

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