Ahora que los tres partidos que forman parte del Consell de la Generalitat, PSPV, Compromís y Unides Podem han conseguido ponerse de acuerdo para que en la Comunitat Valenciana se aplique una tasa turística, el desencuentro entre socios se ha trasladado al Ayuntamiento de Gandia. Se trata de un nuevo roce en el capítulo de complicados equilibrios que las dos formaciones del Ejecutivo local, PSPV y Compromís Més Gandia Unida están manteniendo a lo largo de los casi siete años que llevan gobernando juntos. Los más sonados en esta legislatura han sido la CV-60, la construcción de un hotel en la colonia Ducal, el «glamping» y ahora la aplicación del nuevo tributo, cuya tramitación ni ha empezado.
Todo, después de que el alcalde, José Manuel Prieto, dijera ayer, de manera tajante, que la ciudad no aplicará la tasa turística si finalmente se da autonomía a los consistorios para decidir.
Fue un compromiso en toda regla y, además, ante el sector hotelero, totalmente contrario a que se imponga este nuevo impuesto, en una reunión que tuvo lugar ayer mismo, en la que también estaba presente el concejal de Turismo, Vicent Mascarell, quien apoyó las palabras del alcalde de Gandia.
Al lado del sector
«No es el momento de aplicar esta tasa turística, porque todavía estamos afrontando la recuperación de la fase más complicada de la pandemia y lo que debemos hacer es estar al lado de todos los sectores económicos, también del turístico, para poder, entre todos, afrontar la recuperación postpandemia y generar puestos de trabajo».
Prieto cree que existen «otras maneras» de lograr «un dinero finalista para prestar servicios públicos» y recordaba que «somos el único destino turístico que en este momento tiene casi adjudicada la primera fase de los fondos de sostenibilidad y se prepara para presentar candidatura a los fondos extraordinarios de sostenibilidad de 2022».
Esa posición no ha gustado nada a los socios de Compromís Més Gandia Unida. A través de un comunicado el grupo municipal del que forma parte el vicealcalde, Josep Alandete, señalaba que, con estas declaraciones, los socialistas buscan «confundir» a la ciudadanía utilizando una «postura local en contra» del partido socialista con «la del Govern del Serpis». En ese sentido, desde Més denunciaban que «los compañeros no nos han consultado como socios» ni «han propiciado ningún espacio de debate dentro del Gobierno local, ni tampoco con la oposición ante un tema tan importante».
Por ese motivo, desde Més Gandia reclaman al alcalde Prieto que «reconsidere» su posicionamiento que, aseguran, es «unilateral» y piden que «se abran foros de debate respecto a la tasa turística».
El grupo municipal de Compromís Més Gandia Unida, además, acompañó el comunicado con una foto de los representantes del PSPV, Compromís y Unides Podem en las Corts sellando el acuerdo al que han llegado los tres partidos que forman el Botànic para empezar a tramitar este impuesto, recordando que en el plano autonómico síque existe consenso.
De ese modo, el grupo municipal Més Gandia se queda solo en la defensa de la aplicación de la tasa turística, ya que además del rechazo de los socialistas locales, también los otros partidos de la corporación, el PP y el concejal adscrito Pascal Renolt, son contrarios a que los hoteles cobren un tributo a los turistas que acudan a pasar sus vacaciones a la ciudad.
En el seno del gobierno de Gandia, además, se abre una nueva brecha, que se suma a los roces ya provocados durante esta legislatura por las diferencias de criterio entre ambas formaciones a la hora de afrontar los diferentes proyectos que les han enfrentado como la construcción de un camping de lujo en la Marjal o el desdoblamiento de la CV-60 entre Gandia y Palma de Gandia.
