De entre las iglesias de Oliva, sin duda Sant Roc constituye un elemento patrimonial de primer orden. No en vano se trata de un templo de más de quinientos años de historia que fue erigido sobre la base de una antigua mezquita.
El Ayuntamiento de Oliva siempre vio en ese monumento un valor patrimonial, cultural y turístico, pero no fue hasta 2017 que un convenio permitió regularizar las visitas al edificio, y el resultado ha sido más que satisfactorio.
Así, los 12.000 euros anuales que ha aportado el consistorio para incluir Sant Roc en la ruta turística olivense ha permitido 8.183 visitas en los últimos tres años. «El fomento del turismo religioso y cultural ha convertido la iglesia de Sant Roc en visita obligada para aquellos que desean conocer la singularidad, historia y valores artísticos de este templo de casi 500 años de historia», señala el ayuntamiento. Eso supone más de 2.700 personas al año, incluyendo estos tiempos de restricciones por la pandemia, por lo que se confía que, cuando la situación sanitaria lo permita y el turismo regrese a la actividad que tuvo antes del covid-19, el número de interesados por el monumento más emblemático del Raval olivense también se incremente.
Igual que ha hecho el ayuntamiento, el sacerdote titular de Sant Roc, Javier Català, también ha mostrado su satisfacción por un convenio que ha puesto en valor «poner en valor el patrimonio religioso y cultural de la ciudad». De hecho, Català considera que «después de la playa de Oliva, el templo parroquial de Sant Roc es lo más visitado de la localidad».
La parroquia olivense lleva un censo de visitantes y este año ha recibido visitas de Canadá, Estados Unidos, Alemania, Inglaterra y Francia, aunque la mayoría de visitantes, como resulta obvio, son españoles.
La satisfacción es mutua, porque también los visitantes valoran muy positivamente haber estado en el templo. En Sant Roc no solo se puede ver la capilla del Santíssim Crist de Sant Roc, un excepcional ejemplo de arte barroco con frescos del siglo XVIII que algunos señalan como «la Capilla Sixtina de la Safor», sino otros elementos artísticos de primer nivel, como la cúpula, conocida popularmente en Oliva como «la mitja taronja» con pechinas laterales en las que aparecen las figuras de los cuatro evangelistas, pintadas el fresco por Antonio Cortina Farinós el año 1883.
Para este año que se acaba de estrenar la parroquia también espera poder abrir el subterráneo con 33 metros cuadrados, o mostrar los grafitis realizados por los carabineros durante su estancia en la Guerra Civil española, ya que el templo fue base militar de carabineros durante una parte del conflicto.
La visita a la parroquia de Sant Roc, erigida como templo cristiano en 1535, puede realizarse de lunes a sábado de 11 a 13.30 y de 16 a 18 horas.
