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Gandia aborda la epidemia invisible de los suicidios con una plan integral para prevenirlos

La concejala Gil organiza una jornada sobre prevención, detección y formas de actuar

La concejala de Sanidad de Gandia, Liduvina Gil. àlex oltra

El año 2020, último del que se tienen datos, se suicidaron en España 3.941 personas. El dato estremece, pero aún más cuando se traduce a la media, de diez muertes voluntarias cada día, y muchas más si se contabilizan los intentos frustrados o abortados gracias a la ayuda de familiares, amigos, personal médico o la intervención de agentes de la policía. De hecho ese año 2020 se registró la mayor cifra de fallecimientos por esta causa en la historia de España. En la Comunitat Valenciana, la media llega a un suicidio diario.

Lo que ya se conoce como «epidemia silenciosa» comienza a salir a la luz, y las administraciones, también a raíz de casos que han afectado a personajes conocidos y populares, ha comenzado a abordar la cuestión como lo que es, un problema al que hay que hacerle frente desde todos los campos.

En esa línea se acaba de situar el Ayuntamiento de Gandia, que ayer mismo anunció que dedicará dos días de la próxima semana a celebrar sendas jornadas de formación para abordar el problema desde tres vertientes. En primer lugar, las actuaciones para prevenir que alguien plantee quitarse la vida como solución a sus problemas. En segundo lugar, que los profesionales de todos los campos, desde la educación a las fuerzas de seguridad, puedan detectar si hay riesgo de suicidio. Y, finalmente, la intervención con esas personas para evitar que se produzca lo irreparable.

Liduvina Gil, concejala de Sanidad y Políticas Saludables, señaló ayer que las jornadas están dirigidas por Maria Dolors López Alarcón, asesora de formación en prevención de suicidios de la Conselleria de Educación y tendrán lugar martes y miércoles de la próxima semana en la Casa de la Marquesa. «Así, el Ayuntamiento de Gandia da un paso adelante en materia de salud mental y, concretamente, en la prevención de suicidio», señaló ayer Gil.

Los cursos están dirigidos a un grupo de aproximadamente 30 profesionales que, de una manera u otra, intervienen en situaciones de riesgo de suicidio. Entre ellos se encuentran atentes de las policías Local y Nacional, cuerpo de Bomberos o profesionales de la psicología que integran los equipos de intervención de Servicios Sociales, que intervienen con menores en riesgo, equipos de salud mental y conductas adictivas. También acudirán expertos de los departamentos municipales de Igualdad, Salud Pública y de la asociación ASAEM.

La concejala Gil recordó ayer que la Organización Mundial de la Salud (OMS), identifica el suicidio y sus intentos como uno de los problemas más graves de salud pública, y por eso recomienda que sea abordado de manera prioritaria.

Los expertos coinciden ahora en que la mayor parte de los suicidios pueden prevenirse, y para ello resulta fundamental que la sociedad cambie su planteamiento para, en vez de ocultar los casos, destapar los datos, reconocer e identificar las causas y tratar de evitar que las personas potencialmente suicidas reciban la ayuda y asistencia necesaria.

Uno de los últimos casos que ha sacudido la opinión pública española ha sido el de la actriz Verónica Forqué. Su muerte provocó una cascada de reacciones, incluyendo la del Gobierno, para que el problema salga de la oscuridad y se afronte con más medios sanitarios.

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