Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Potries, primer municipio que incentiva la compra de bicicletas eléctricas

El ayuntamiento concede 100 euros a cada persona que compre un vehículo y 50 a los que adapten el actual mediante un kit eléctrico

Varias personas con bicicletas eléctricas en Ontinyent, un municipio que las ha impulsado. | PERALES IBORRA

El pequeño municipio de Potries sigue aportando ejemplos en políticas de sostenibilidad. En este caso este ayuntamiento se acaba de convertir en el primero de la Safor, y entre los primeros de la Comunitat Valenciana, que incentiva, con aportaciones directas de dinero, la compra de bicicletas eléctricas o de kits de adaptación de bicicletas convencionales a motores eléctricos.

La ordenanza, que ya ha entrado en vigor, no alcanza grandes cantidades económicas, pero sí supone una invitación para que sus ciudadanos den el paso y adquieran este tipo de vehículos que, además de implementar el transporte ecológico y sostenible, contribuye en la misma proporción a una vida saludable.

Con esta ordenanza el ayuntamiento abonará 100 euros a cada persona, con un máximo de una por familia, que adquiera desde ahora una bicicleta eléctrica cuyo precio no supere los 1.500 euros, incluyendo el IVA. De la misma manera, se le entregarán 50 euros a los que, con su bicicleta convencional, compren e instalen un kit de electrificación para el vehículo, siempre que el valor no supere los 600 euros. Los límites de 1.500 euros para cada bici nueva y de 600 euros para el kit se han fijado con la finalidad de que los beneficiarios sean especialmente a las personas y familias que no dispongan de grandes ingresos económicos.

Según señaló ayer la alcaldesa de la localidad, Assumpta Domínguez, esta es una iniciativa abierta que ha sido incluida en el presupuesto municipal de 2022 con una partida de 1.500 euros, pero se ampliaría si es necesario para dar respuesta a todas las peticiones. «Nadie va a quedar fuera», añadía la alcaldesa Domínguez mientras mostraba su deseo de que los vecinos respondan positivamente. La primera autoridad local incluso señaló que en un futuro se podría ampliar a más de una persona por familia si eso permite incrementar la flota de estos vehículos saludables y sostenibles no solo por las calles de la pequeña localidad, sino también en los desplazamientos a otras localidades, e incluso a la ciudad de Gandia, distante menos de diez kilómetros.

En la Comunitat Valenciana Ontinyent ya dispone de una ordenanza de estas características, con ayudas directas a la compra de bicis eléctricas, pero donde sí hay muchos ejemplos es en Cataluña.

«Cuando hablamos de sostenibilidad es porque nos los creemos, y en Potries lo llevamos a cabo mediante políticas ambientales y el Pacto de Alcaldes para frenar el cambio climático», indicó la alcaldesa. En esta pequeña localidad no solo existe desde hace años un punto de carga de vehículos eléctricos que sigue siendo gratuito, sino que también ha formado la primera comunidad energética entre vecinos de una misma localidad que ya dispone de unos 70 inscritos dispuestos a consumir la energía eléctrica fotovoltaica que se generará mediante placas instaladas en edificios públicos.

Mayor uso en las ciudades

Las bicis eléctricas, y ahora también los patinetes, son vehículos especialmente útiles para el uso urbano y metropolitano, y todos los expertos auguran que su venta y utilización irá a más de forma exponencial. Ahora, para que en la Safor los usuarios puedan recorrer distancias medias interurbanas, como sería el caso de Potries a Gandia, resulta fundamental potenciar, extender y mejorar una red de carriles bici o vías compatibles donde los usuarios se sientan seguros. Y eso, en la mayoría de los casos, sigue siendo una asignatura pendiente.

Compartir el artículo

stats