Pocos se explican cómo es posible que un perrito metiera la cabeza entre los barrotes de una reja y quedara tan brutalmente atrapado que no podía de seguir adelante ni dar marcha atrás. El animal, absolutamente atemorizado, tampoco fue rescatado por los propietarios, que no podían llevar a cabo la operación sin poner en riesgo su vida.
Así que, para este y otros muchos casos, están los bomberos. Advertido del suceso, un equipo del Consorcio Provincial de València se presentó en el domicilio, situado en la calle del Doctor Fleming, en el distrito de Benipeixcar, y, tras examinar la situación y comprobar que no podían sacarlo de allí, optaron por medios mecánicos.
Según informó ayer el consorcio, el aviso se recibió poco después de las 10 de la mañana. Los datos recabados apuntan a que el pequeño animal trataba de pasar por una reja de una terraza y metió la cabeza y medio cuerpo, pero ya no pudo pasar de allí. El perrito incluso respiraba con dificultad al quedar encasillado entre los dos hierros.
Para rescatarlo, los bomberos tuvieron que utilizar material de excarcelación, concretamente un separador, para poder abrir espacio en las barras metálicas y así liberarlo.
Al término de la operación el perro estaba vivo, pero presentaba un aspecto muy débil después del esfuerzo infructuoso que había realizado. La Policía Local se quedó a cargo de gestionar la atención al animal.
