La Diputació de València inicia mañana lunes el importante proyecto de mejora de la carretera CV-673, entre Bellreguard y la playa, que tiene como objeto eliminar el badén inundable situado a poca distancia del casco urbano. Esta actuación, que se viene reclamando desde hace décadas, obligará a cortar el tráfico durante siete u ocho meses, de manera que se recomiendan lo itinerarios alternativos del acceso sur al puerto de Gandia o la carretera que comunica l’Alqueria de la Comtessa y Piles.
Los trabajos, valorados en más de dos millones de euros, consisten en la mejora del drenaje, con la eliminación del badén inundable, la funcionalidad y la seguridad vial. El proyecto incluye un carril bici, así como la elevación del paso superior, del carril bici Gandia-Oliva, porque la carretera dejará de tener ese tramo hundido sobre el terreno que es lo que causa que el agua se acumule.
Según el diseño de los técnicos, tres son los aspectos fundamentales de esta obra, que abarca un tramo de un kilómetro, desde la salida de Bellreguard hasta la rotonda que enlaza con la carretera de la costa. Por una parte, esa vía, que actualmente tiene unos 6 metros de anchura, prácticamente se duplica, incluyendo ese carril bici solicitado por el ayuntamiento.
En segundo lugar, se «entierra» el badén inundable situado bajo el paso del antiguo ferrocarril Gandia-Dénia, ahora vía verde Gandia-Oliva, de manera que se garantiza el drenaje y se evitarán los habituales cortes de tráfico en episodios de fuertes lluvias.
Y, en tercer lugar, resulta obligado construir un paso elevado para la vía verde Gandia-Oliva en una actuación que abarca un tramo de 263 metros a ambos lados de la nueva carretera. Obviamente, ese carril bici queda conectado al que se habilitará junto a la carretera ampliada.
10.223 vehículos cada día
El departamento de Carreteras de la diputación señaló en su día que por esa carretera pasan 10.223 vehículos cada día, el 97,7% ligeros y el restante 2,3% pesados. Esa densidad circulatoria es muy irregular, dado que se dispara en los meses del verano, cuando muchas personas residen o se dirigen a las playas, y desciende considerablemente en invierno.
El alcalde de Bellreguard, Joan Marco, ha señalado a este periódico que se trata de una actuación muy importante, y el consistorio, a través de sus redes sociales, ya ha informado a los vecinos y usuarios de la misma de la necesidad de desviarse a partir del lunes. Marco indica que, si bien el periodo de ejecución es de ocho meses, por tanto cubriendo todo el verano, la empresa adjudicataria se ha comprometido a intentar que ese tiempo sea algo más corto, de manera que la carretera podría reabrir, remodelada, antes de que acabe este año.
