La demarcación de Costas de València inició ayer, en la playa de Gandia, la extracción de arena, que en los próximos días también afectará a la zona de Xeraco, para regenerar las playas de Tavernes de la Valldigna y la del Brosquil de Cullera, gravemente afectadas por los últimos temporales.
Pero esa acción, que casi siempre resulta polémica, se hará atendiendo buena parte de las sugerencias que planteó el Ayuntamiento de Gandia porque, inicialmente, encontró el rechazo frontal del consistorio.
Dos aspectos capitales han sido atendidos a raíz de las alegaciones remitidas por el alcalde José Manuel Prieto. En primer lugar, la extensión de la franja de la que iba a sacarse la arena. Inicialmente Costas dibujó desde l’Auir hasta la altura de la calle Illes Canàries, alterando así, en una época preveraniega, la zona más turística de la playa, lo que, sin duda, habría perjudicado el negocio de decenas de locales y la imagen turística por excelencia de la ciudad. Costas, atendiendo la petición del alcalde gandiense, ha restringido la extracción de arena a la franja comprendida entre las calles Castella i Lleó y Ribera Baixa, la más al norte del área urbana. El resto de la playa mantendrá su actividad turística.
En segundo lugar, se ha corregido la duración de los trabajos. Costas planteaba un periodo cercano a los dos meses de máquinas excavadoras en la arena y con idas y venidas de camiones, pero ha acabado acelerando la operación para que solo dure «algo más de dos semanas», según indicó ayer el Ayuntamiento de Gandia.
Aun así, tanto el alcalde como el concejal de Turismo, Vicent Mascarell, señalaron que para futuras actuaciones debe tenerse en cuenta la época del año, de manera que no es posible actuar en una playa de tanta afluencia cuando ya hay turistas.
De la misma forma, en Xeraco el alcalde, Avelino Mascarell, negoció con Costas un itinerario para los camiones que no atravesara el núcleo urbano, aspecto que, según señaló ayer la primera autoridad municipal, confía que se respete.
