El proyecto urbanístico de integración Puerto-Grau, que incluye el aprovechamiento de siete tinglados situados en el muelle sur para usos culturales y apertura de negocios de restauración, bien merece el consenso político y social de la ciudad.
Esa es la conclusión a la que ha llegado el Gobierno local de Gandia, que ayer, en boca del alcalde y del vicealcalde, José Manuel Prieto y Josep Alandete, anunciaron la constitución de una comisión técnica, social y política que fijará las bases y supervisará el proyecto portuario que, según señalaron, va a suponer un elemento de oportunidades para esta ciudad.
Esta comisión estará formada por representantes de la Federación de Asociaciones de Empresarios de la Safor, DestíSafor, Autoridad Portuaria de València (APV), Cofradía de Pescadores del Grau, Universitat Politècnica de València (UPV), consignatarios de buques del puerto, concejales delegados de diversos departamentos municipales, del grupo municipal de la oposición y, obviamente, personal técnico del consistorio.
«Lo que buscamos es un proyecto consensuado», dijo José Manuel Prieto, quien recordó que precisamente en este 2022 se cumplen 130 años del inicio de las actividades en el puerto de Gandia, una infraestructura que nació, impulsada por una empresa inglesa, ligada a la línea ferroviaria con Alcoi. Todo pensando en la importación de carbón y en la exportación de productos elaborados en la industria alcoyana.
Además del diseño urbanístico llamado a romper la barrera física existente entre la explanada posterior de los tinglados y el casco urbano del Grau Vell, esta comisión también determinará, o al menos aportará su criterio, sobre los usos de siete de esos tinglados que la APV ha puesto en manos del ayuntamiento para que los llene de contenido y los pueda aprovechar.
En ese sentido, el alcalde ya adelantó ayer que pueden destinarse a usos culturales, de ocio, negocios de restauración y «algún proyecto singular vinculado con el mar». A preguntas de este periódico, el alcalde señaló que uno de esos «proyectos singulares» podría llegar de mano de la Fundación la Caixa, que años atrás se interesó en montar algún tipo de Caixafòrum, como los existentes en otras ciudades. Obvia decir que ese interés era especialmente compartido, y deseado, por el Ayuntamiento de Gandia, que también estaría abierto a otras posibilidades.
Dos millones en 2023
Este proyecto «para dinamizar un espacio urbano de primer orden» tiene plazos. La idea es que se esté trabajando durante todo el verano para que, en octubre, se presenten las conclusiones de los usos y el diseño definitivo de esa explanada portuaria llamada a ser un gran paseo con muchos atractivos. Quienes integren esa comisión especial anunciada por el alcalde y el vicealcalde tendrán en cuenta los tres proyectos que participaron en el concurso de ideas que convocó la APV, pero no son documentos vinculantes y casi seguro que lo que surja tendrá detalles que no están en el diseño que presentaron los tres equipos de arquitectos y paisajistas.
La APV ya anunció que disponía para 2023 de los primeros dos millones de euros, lo que permitiría abordar las obras en ese ejercicio. Pero no será suficiente y tanto el ayuntamiento como otras administraciones tendrán que poner de su parte para ejecutar la totalidad del proyecto que surja de esta iniciativa.
