El Ayuntamiento de Villalonga se ha sumado a la lista de municipios de la Safor que aplicarán el censo de perros, con análisis y registro del ADN, para primero advertir y después sancionar a los propietarios de animales que no recojan las heces que se depositan en los espacios públicos.
El alcalde de la localidad, Román Garrigós, ha explicado a este periódico que en el último pleno se modificó la ordenanza municipal para poder llevar a cabo esta acción que ha resultado muy positiva en otros municipios, como Almoines, Rafelcofer o la Font d’en Carròs.
A partir del 1 de junio se abrirá el proceso para que todos los propietarios de perros realicen la prueba para identificar al animal a través de una prueba biológica de ADN. A diferencia de otros municipios, en Villalonga esa acción será financiada por el ayuntamiento en su integridad, por lo que los propietarios podrán ahorrarse los aproximadamente 30 euros que cuesta.
A partir del momento en que todos los animales estén registrados, y eso es una obligación, el ayuntamiento procederá a realizar batidas periódicas, una o dos veces al mes según señala la primera autoridad local. En un primer momento se informará a los infractores de que están obligados a recoger los excrementos de sus perros, pero tras esa fase se impondrán sanciones.
El objetivo, concluye el alcalde, no es recaudar dinero sino concienciar de la necesidad y la obligación de mantener limpios los espacios públicos.