El Pla Convivint de la Generalitat, creado para dotar centros de atención a personas mayores y con alguna discapacidad a lo largo y ancho de la Comunitat Valenciana, incluyó, en la Safor, a tres municipios: Tavernes de la Valldigna, Oliva y Potries. Pero, sin duda, es este último el que más ha avanzado en su proyecto. Se trata de un centro de día y residencia de personas mayores que, además, se convertirá en la mayor inversión pública en la historia reciente de este municipio, dado que se ha cuantificado en cerca de once millones de euros, que llegarán íntegramente de la Generalitat.
Según explicó ayer a este periódico la alcaldesa de la localidad, Assumpta Domínguez, el ayuntamiento ya ha remitido el diseño a la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas. El siguiente paso es recibir la delegación de competencias para redactar el proyecto técnico y, después, licitar las obras, algo que podría producirse en un plazo aproximado de un año.
El proyecto de Potries será, como la mayoría de los incluidos en el Pla Convivint, modélico. Dispondrá de espacios para 60 usuarios en el centro de día y otras 72 para la residencia, con 8 dormitorios dobles y 56 individuales. Los dos podrán funcionar de forma autónoma y, además, están diseñados para formar tres «unidades de convivencia», con sus respectivos comedores, salas de estar, terrazas y baños, evitando así la masificación a la hora de atender a las personas porque la idea es el máximo de comodidad, pero también buscar un ambiente que se aproxime a lo familiar.
El anteproyecto remitido a la conselleria que dirige la vicepresidenta Mónica Oltra contempla una planta baja para zonas comunes, un semisótano para servicios, entre ellos la cocina y la lavandería, dos plantas superiores para las habitaciones y aseos y un sótano con párking para cincuenta coches y motos. Además, y siguiendo la filosofía de las instalaciones anunciadas en el Pla Convivint, habrá dos zonas ajardinadas.
El complejo, en el que el ayuntamiento se ha implicado absolutamente, se construirá sobre un solar situado en la confluencia de las calles de Jaume I y de les Corts Valencianes que el consistorio adquirió a la Sareb y que hace años que está abandonado.
En este espacio rural, un complejo de esas características está llamado primero a ejercer la función asistencial para el que ha sido diseñado, pero también contribuirá a revitalizar la economía de un pequeño municipio.
